Cazadoras de aliens (2022)

“Cazadoras de alienígenas” es un fresco y sorprendentemente efectivo debut en el género de ciencia ficción de la directora Alexis Reed, una película que, aunque previsible en su esquema general, consigue enganchar al espectador con su singular escenario y un espíritu vibrante que contrasta con la seriedad habitual del género. La película se sitúa en una comunidad inuit desolada, un lugar que Reed pinta con un realismo crudo y una belleza austera. Esta atmósfera, tanto visual como sonora, es el punto fuerte de la película y se convierte en un elemento esencial para la tensión que se construye gradualmente. La fotografía, con sus tonalidades grises y el constante reflejo del hielo, logra transmitir de manera impactante la soledad y el aislamiento de estos habitantes.

El guion, aunque no particularmente original en su premisa básica - un grupo de jóvenes enfrentando una amenaza extraterrestre mientras intentan asistir a un evento social – se beneficia de un ritmo ágil y de diálogos sorprendentemente ingeniosos. Reed explora temas de identidad, supervivencia y la importancia de la comunidad a través de las experiencias de sus protagonistas, cuyo arco narrativo se centra en la amistad, el coraje y la aceptación de lo diferente. No obstante, la trama presenta algunos momentos de exageración, especialmente en la resolución del conflicto final, que se siente un tanto apresurada y poco desarrollada. La película, en ocasiones, podría haber profundizado más en las consecuencias de la invasión para el pueblo, dando mayor peso a las emociones humanas en medio del caos.

El elenco, compuesto principalmente por actrices jóvenes inuit, es el corazón de la película. Todas ellas ofrecen interpretaciones convincentes y llenas de matiz. Aún más destacable es la actuación de Aiyana Korum, quien interpreta a Qaluk, una joven inuit con una fuerza interior innegable. Su evolución a lo largo de la película, desde una actitud cautelosa hasta una guerrera decidida, es uno de los puntos más memorables. Las demás interpretaciones son sólidas, con personajes secundarios que, aunque brevemente presentados, aportan credibilidad al entorno y a las motivaciones de los protagonistas. El trabajo de Reed con los actores inuit es notable, integrando sus tradiciones y costumbres en la narrativa de manera respetuosa y natural.

Reed demuestra un claro dominio del lenguaje visual y un talento para crear atmósferas. La película no busca efectos especiales grandiosos, sino que se basa en la tensión, el suspense y una banda sonora que se fusiona perfectamente con el paisaje y las emociones de los personajes. El ritmo, aunque a veces desigual, es efectivo para mantener al espectador interesado. Si bien la idea central no es revolucionaria, “Cazadoras de alienígenas” es una película divertida, entretenida y que, sobre todo, celebra la resiliencia y la cultura de un pueblo marginado. Una propuesta valiente y original, que merece la pena ser vista y que presagia un futuro prometedor para la directora.

Nota: 7.5/10