“Centurión” es una película que, a pesar de la promesa de una historia épica de supervivencia romana, termina siendo una experiencia algo decepcionante. La película, dirigida por Denis Villeneuve – un nombre que normalmente evoca un nivel de sofisticación y ambición visual considerable – se adentra en la Bretaña del siglo II, un terreno fértil para un drama de combate y supervivencia, pero, en última instancia, se siente un poco plana y carente de la profundidad que se esperaría de un director de su calibre.
Villeneuve se aferra a una estética visualmente impactante, mostrando con detalle los paisajes de la Bretaña romana. Las tomas son hermosas, llenas de una atmósfera densa y sombría que captura la dureza del entorno y la desesperación de los hombres. La película está envuelta en una luz fría y apagada que intensifica la sensación de peligro constante. Sin embargo, esta meticulosa belleza visual se siente, a veces, como una capa superficial que oculta una falta de frescura en la dirección. La película se basa mucho en la contemplación y la quietud, lo cual, si bien tiene su valor, no logra mantener el ritmo ni generar suficiente tensión narrativa.
Michael Fassbender entrega una actuación honorable como Quintus Dias, un centurión curtido en mil batallas, pero también un hombre atormentado por su pasado y su creciente desconfianza hacia sus hombres. Fassbender logra transmitir la mezcla de determinación, cansancio y vulnerabilidad de su personaje, pero su actuación se ve limitada por un guion que, en gran medida, no le da mucho material para explorar. Olga Kurylenko, como la guerrera Etain, ofrece una presencia imponente, aportando una amenaza tangible y un aire de misterio a la historia. Sin embargo, su papel se siente algo estereotipado, reduciéndola a un arquetipo de la “princesa vengativa”. La química entre Fassbender y Kurylenko no logra encenderse como se esperaba, lo que resta fuerza a la dinámica central de la trama.
El guion, escrito en gran medida por Emma Pettet, es quizás el principal problema de la película. Si bien se intenta evocar la brutalidad y la supervivencia en un entorno hostil, la historia carece de un desarrollo profundo de personajes y de una construcción narrativa sólida. Las motivaciones de los personajes a menudo son poco claras, y los conflictos, aunque presentes, no se exploran con la suficiente profundidad. Se recurre a clichés del género, como la traición inesperada y la lucha final desenfrenada, sin lograr ofrecer ninguna novedad o sorpresa. La película se siente como una versión estilizada y visualmente atractiva de una historia que ya ha sido contada incontables veces en el cine y la literatura.
A pesar de sus deficiencias, “Centurión” ofrece un espectáculo visualmente agradable, con actuaciones decentes y una atmósfera opresiva. Pero, en última instancia, es una película que se queda corta en cuanto a su ambición y su capacidad narrativa. Es un entretenimiento ocasional, pero no un hito en el género de la épica romana.
Nota: 6/10