Chal Mera Putt (2019)

“Chal Mera Putt” es, en esencia, una película de puertas abiertas hacia una experiencia universal: la búsqueda de un hogar. Pero, más que una simple historia de inmigración, es una comedia con un corazón que se abre a la vez que te hace reír. La película, dirigida con un toque de autenticidad por Manpreet Kaur, se centra en la comunidad de inmigrantes indios en Birmingham y nos presenta un microcosmos de las aspiraciones y los desafíos que conlleva la vida en un nuevo país. La película va más allá de los clichés habituales del género, ofreciendo un retrato realista y, a menudo, divertido de las dificultades burocráticas y sociales que enfrentan estos individuos mientras intentan obtener su permiso de residencia.

La dirección de Kaur es deliberada en su sencillez. No intenta complicar la narrativa con grandes espectáculos visuales o giros argumentales rebuscados. Se centra en la construcción de personajes entrañables y en el desarrollo de sus relaciones. Los diálogos son naturales y cercanos, dotando a la película de un tono muy particular: uno de la conversación cotidiana, de los malentendidos y de la risa que surge de las diferencias culturales. La película captura a la perfección la dinámica de un grupo de amigos que se apoyan mutuamente en medio de la incertidumbre y el estrés. La ambientación en Birmingham se siente real y no es solo un telón de fondo; el director usa los espacios urbanos para enfatizar la soledad y la adaptación de los personajes.

La película está firmemente en manos de Simi Chahal y Amrinder Gill, quienes ofrecen interpretaciones sólidas y convincentes. Chahal, como la enérgica y decidida Iftikhar Thakur, y Gill, como el pragmático Raj Dhaliwal, tienen una química palpable que impulsa la narrativa. Sus personajes son imperfectos, a veces incluso frustrantes, pero su humanidad y su determinación son innegables. El resto del reparto también cumple con creces, dotando de profundidad a cada uno de los personajes secundarios que forman parte de esta comunidad.

Si bien el guion podría haber sido más audaz en algunos aspectos, centrándose quizás en un mayor número de conflictos y explorando las consecuencias más complejas de la burocracia, la película logra transmitir un mensaje poderoso sobre la importancia de la amistad, la resiliencia y la esperanza. La historia de "Chal Mera Putt" no es solo sobre la lucha por un permiso de residencia; es sobre la búsqueda de un lugar al que pertenecer, de un sentido de pertenencia, y de la creación de una nueva vida. La película, en última instancia, es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, la comunidad y el espíritu humano son fuerzas poderosas. Es una película que invita a la reflexión y, sobre todo, a la risa.

Nota: 7/10