La película ‘Champions’ no es simplemente un remake, sino una re-interpretación generosa y, en mi opinión, superior a la original española ‘Campeones’. Dirigida por Christian Volff, la cinta se sumerge en la conmovedora historia de un equipo de baloncesto para personas con discapacidad intelectual, liderado por Marcus, un entrenador con un pasado turbulento y una profunda dificultad para conectar con sus pupilos. El resultado es una película que, aunque a veces se acerca peligrosamente al sentimentalismo, logra transmitir un mensaje de inclusión y esperanza con una sensibilidad notable.
La dirección de Volff es precisa y, en el fondo, cautivadora. Evita caer en clichés y se centra en la humanidad de los personajes. Observamos, a través de su lente, la complejidad de las relaciones entre los jugadores, su lucha por la independencia y su deseo de pertenecer. No se trata solo de baloncesto; se trata de autoestima, de la búsqueda de un propósito y de la superación personal. La película se beneficia de un ritmo pausado, que permite al espectador conectar emocionalmente con cada uno de los integrantes del equipo, cada uno con sus propias peculiaridades y anhelos. El uso del baloncesto como metáfora para la vida es efectivo, mostrando cómo la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia son esenciales para alcanzar cualquier objetivo, sin importar cuán difícil parezca.
Las actuaciones son, en su mayoría, excepcionales. Fernando Guimaraes, como Marcus, ofrece una interpretación matizada y llena de matices. Logra retratar a un hombre roto, atormentado por su pasado, pero que, sin querer, se convierte en un faro de esperanza para sus jugadores. Las interpretaciones del resto del elenco, como el hijo de Marcus, también, aportan una riqueza y profundidad a la narrativa. Se percibe en cada uno de ellos una autenticidad que eleva la calidad general de la película. Aunque algunos diálogos puedan sentirse un poco forzados en ocasiones, el impacto emocional es constante.
Sin embargo, no puedo evitar señalar una cierta tendencia al sentimentalismo, que en algunos momentos amenaza con eclipsar la narrativa. La película, en su intento de conectar con el espectador, a veces se deja llevar por una sobredosis de melodramatismo. A pesar de ello, la película logra ser un testimonio conmovedor de la importancia de la inclusión y el valor de la amistad. La banda sonora, en su mayoría, complementa con maestría las imágenes y las emociones plasmadas en pantalla, realzando las escenas clave. El diseño de producción, con detalles que sugieren la realidad de las personas con discapacidad intelectual, aporta un realismo que refuerza la veracidad de la historia. Se nota que se ha invertido mucho en crear un entorno creíble y respetuoso con los protagonistas.
En definitiva, ‘Champions’ es una película que merece la pena ver. Es una historia sencilla pero poderosa, con personajes entrañables y un mensaje universal. A pesar de algunos fallos, el impacto emocional es innegable y deja una huella duradera en el espectador. Nota: 8/10