“Chasing Papi” no es una comedia romántica convencional. Es, en realidad, una explosión de energía latina, un torbellino de sexualidad y un retrato, aunque a veces superficial, de la complejidad de las relaciones modernas. La película, dirigida por Los Hermanos Saori, logra capturar la esencia de un fenómeno cultural –el éxito de la canción del mismo nombre de Franco Decretos– y la traduce a la pantalla con una audacia que, a pesar de algunos excesos, resulta refrescante.
La premisa, que podría sonar a cliché, es la base de una historia que se beneficia enormemente del ritmo frenético y la puesta en escena dinámica. La película no se preocupa por profundizar en la psicología de sus personajes. Conocemos a Leo (Bryan Abreu), un ejecutivo de publicidad con una vida doble a la que le da una vitalidad desenfrenada, y a las tres mujeres que lo dominan: la sensual y pragmática María (Teresa Palarmo) de Miami, la explosiva y apasionada Sofia (Lucía Herrera) de Nueva Orleans, y la sofisticada y ambiciosa Elena (Daniela Lanz) de Los Ángeles. El director y los guionistas, en lugar de construir personajes complejos, se centran en las consecuencias inmediatas de este encuentro improvisado, creando situaciones cómicas y a menudo, incómodas. La película sabe jugar con la expectativa del espectador, sabiendo que lo que se está mostrando no es una historia de amor, sino el desenlace de un error. Esta elección narrativa es crucial para el tono general de la película.
Las actuaciones son, en general, sólidas. Bryan Abreu está particularmente convincente como Leo, transmitiendo una mezcla de arrogancia, encanto y, al final, una vulnerabilidad palpable. Las tres actrices principales cumplen con nota, cada una aportando una personalidad distinta y memorable a sus personajes. Sin embargo, la película no concede un espacio significativo a los personajes secundarios, relegándolos a un papel meramente funcional en el avance de la trama. Este es un defecto importante que, aunque comprensible dentro del presupuesto y la ambición de la película, resta algo de sustancia.
Visualmente, "Chasing Papi" es vibrante. El uso del color es particularmente llamativo, con paletas vibrantes que reflejan el espíritu latinoamericano y el ambiente festivo de la película. La música, desde la canción que da título a la película hasta la banda sonora original, es esencial para el tono y el ritmo de la historia. La dirección de fotografía es dinámica, con tomas rápidas y cortes ágiles que contribuyen a la sensación de caos y, a la vez, de diversión.
En definitiva, “Chasing Papi” es una película entretenida, aunque carente de profundidad. Si buscas una comedia ligera y llena de acción, con mucho ritmo y una estética visualmente impactante, no te decepcionará. Pero si esperas una exploración de las complejidades del amor y las relaciones, esta película te dejará con ganas de más. Es una película de momentos, de situaciones cómicas y de la energía innegable del género latino.
Nota: 7/10