Che vuoi che sia (2016)

“Che vuoi che sia” (¿Qué quieres que sea?) de Edoardo Leo no es una comedia ligera, a pesar de su título y algunos momentos de humor involuntario. Es, en su lugar, una reflexión inquietante sobre la mercantilización de la intimidad y la búsqueda desesperada del artista por alcanzar el éxito en un mundo donde la línea entre lo público y lo privado se ha difuminado peligrosamente. La película se presenta como una propuesta audaz y, sin duda, controvertida: un joven artista, Pietro (interpretado con una sensibilidad palpable por Edoardo Leo), decide vender un vídeo íntimo con su novia, Marina, para financiar su proyecto artístico. Esta decisión, que desencadena una serie de eventos y dilemas morales, es el núcleo de la película y la convierte en una experiencia cinematográfica que te incomoda y te obliga a cuestionar tus propias convicciones.

Leo despliega un retrato crudo y honesto de Pietro, un hombre consumido por la ambición y atormentado por la falta de reconocimiento. Su actuación es magistral, transmitiendo la desesperación, la vulnerabilidad y la complejidad de un individuo que, al borde del abismo, toma una decisión que lo marcará para siempre. La película no ofrece justificaciones fáciles para las acciones de Pietro; se limita a mostrar sus motivaciones y las consecuencias de sus decisiones, permitiendo al espectador formarse su propia opinión. Rocco Papaleo, como siempre, aporta una gran presencia escénica, interpretando a un agente literario que es a la vez un sabio consejero y un hombre de negocios pragmático. La interpretación de Anna Foglietta, aunque a veces un poco más superficial, sirve para explorar la perspectiva de la mujer involucrada en esta danza compleja.

La dirección de Leo es impecable, construyendo una atmósfera tensa y claustrofóbica que refleja el estado mental de Pietro. El uso de la cámara es preciso y estratégico, utilizando primeros planos para intensificar la sensación de intimidad y acercamiento, y planos generales para mostrar el aislamiento del personaje. La banda sonora, discreta pero efectiva, refuerza la atmósfera de incertidumbre y angustia. Lo más destacable del guion, sin embargo, es su capacidad para plantear preguntas incómodas sobre la ética, la moralidad y la forma en que percibimos la privacidad en la era digital. La película no juzga, sino que invita al espectador a reflexionar sobre los límites de la ambición y el precio que estamos dispuestos a pagar por nuestros sueños.

“Che vuoi che sia” no es una película fácil de ver. Requiere una cierta predisposición para aceptar la incomodidad y las preguntas difíciles. Pero, a pesar de su tono oscuro y perturbador, es una obra cinematográfica valiosa que ofrece una visión inquietante de la sociedad moderna y la búsqueda de la felicidad en un mundo cada vez más conectado y, a su vez, más vulnerable. Es una película que te quedará en la mente mucho después de que terminan los créditos.

Nota: 7.5/10