Chicas materiales (2006)

“Chicas Materiales” (Girls Chase Money), la comedia dirigida por Marc Meyers, es una experiencia cinematográfica que, a primera vista, parece ser un simple ejercicio de humor y desenfreno, pero que tras una mirada más atenta revela una trama sorprendentemente sólida y una reflexión interesante sobre el consumismo y la búsqueda de la identidad. La película, que no alcanza la grandilocuencia de otras comedias con temática familiar, se centra en la repentina caída de Ava y Tanzie Marchetta, dos hermanas herederas de un imperio cosmético, y su lucha por adaptarse a una realidad mucho más dura de la que están acostumbradas.

La dirección de Meyers es competente, logrando mantener un ritmo ágil y una energía positiva que contagia al espectador. El film se beneficia de un formato moderno, con planos dinámicos y una banda sonora que se integra a la perfección en la narrativa. Sin embargo, a veces la velocidad del ritmo puede resultar un poco frenética, sacrificando el desarrollo de algunos personajes secundarios. La película no busca la profundidad psicológica, sino más bien ofrecer un entretenimiento ligero y accesible, y en ese sentido, cumple su cometido con éxito.

Las actuaciones de las dos protagonistas, Sydney Sweeney y Alexandra Shipp, son el corazón de la película. Sweeney, en el papel de Ava, aporta una vulnerabilidad y un humor negro contagioso, mientras que Shipp, como Tanzie, interpreta con un barnizado más audaz y una actitud desafiante. La química entre ambas hermanas es innegable y, a pesar de los estereotipos que a veces asocian a las hermanas ochenteras, logran crear una dinámica creíble y entretenida. Los secundarios también hacen un buen trabajo, especialmente el veterano Peter Dinklage, quien aporta una dosis de humor y un encanto especial a su papel como el excéntrico amigo de las hermanas, un crítico de belleza con un pasado turbio.

En cuanto al guion, “Chicas Materiales” no se adentra en territorios particularmente originales. El argumento, basado en un cliché de “rich girls gone wrong”, funciona bien, pero carece de un giro argumental realmente sorprendente. El humor es principalmente slapstick y situacional, y aunque es divertido, podría beneficiarse de un mayor desarrollo de los conflictos internos de las protagonistas. La crítica al consumismo, aunque presente, es superficial y no alcanza la profundidad que se podría haber esperado. Sin embargo, la película explora de manera efectiva las consecuencias de la dependencia económica y la pérdida de la autoestima cuando se define la propia identidad únicamente por el éxito material. La idea de que “la belleza exterior no implica necesariamente una belleza interior” se insinúa, pero no se desarrolla con la profundidad que merecía.

En definitiva, "Chicas Materiales" es una comedia ligera y divertida, ideal para una noche de cine en familia. No es una obra maestra cinematográfica, pero ofrece entretenimiento y reflexiona sobre temas relevantes de una manera accesible.

Nota: 6/10