China Cry (1990)

“China Cry” es una película que se queda en la memoria, no por su grandilocuencia visual, sino por la visceralidad de su relato. La cinta, un drama histórico ambientada en la China de Mao Zedong en los años 50, aborda el impacto devastador de la Revolución Cultural en una familia rica, y el posterior desengaño de su hija, Sung Neng Yee. Es una película que, a pesar de su temática sombría, logra evocar un sentimiento profundo de pérdida y la desilusión de un ideal truncado.

La dirección de Hu Fang-hui es precisa y efectiva. No recurre a grandes despliegues de espectáculo técnico, sino que se centra en la psicología de sus personajes, en el deterioro gradual de la vida familiar. Se nota una cuidadosa selección de planos, a menudo centrados en los rostros de los actores, transmitiendo la angustia y el sufrimiento de Neng Yee y su familia. La película no busca glorificar la Revolución, sino mostrarla como una fuerza destructiva que se lleva consigo la esperanza y la felicidad. El director utiliza con maestría el silencio y la contemplación, creando momentos de tensión palpable y subrayando la soledad de los personajes.

El núcleo de la película reside en la interpretación de Hsu Pao-chun como Sung Neng Yee. Su actuación es magistral, capaz de transmitir la inocencia perdida, la frustración creciente y la desesperación silenciosa de una joven que se enfrenta a un mundo que se desmorona. Su mirada, a menudo llena de una melancolía inmensa, es suficiente para comunicar más de lo que las palabras podrían expresar. El resto del reparto también ofrece interpretaciones sólidas, pero Hsu Pao-chun, sin duda, es la estrella de la producción. Particularmente destacable es la actuación de Wang Hsiao-ping como el sádico y despiadado coronel Cheng, cuya presencia imponente y su mirada glacial son el epítome del terror ideológico.

El guion, adaptado de una historia real, presenta un retrato contundente de las consecuencias humanas de la política comunista. No obstante, la película no cae en el maniqueísmo o la propaganda. Muestra las contradicciones de la época, la ambivalencia de las personas que intentan sobrevivir en un entorno hostil y la complejidad de las relaciones familiares. La trama se desarrolla de forma natural y creíble, presentando situaciones aterradoras y desgarradoras, pero sin sensacionalismos innecesarios. La película, aunque lenta en algunos momentos, logra mantener el interés del espectador gracias a su honestidad y su capacidad para evocar una profunda empatía hacia sus personajes.

“China Cry” es una película importante, un testimonio conmovedor de un periodo turbulento de la historia china. Un recordatorio doloroso de las vidas truncadas por la ideología, y una reflexión sobre el precio de la esperanza. No es una película fácil de ver, pero su impacto es innegable.

Nota: 8/10