Chinatown (1974)

‘Chinatown’ (1974) no es simplemente un thriller de detectives ambientado en la Los Ángeles de la década de 1930; es una obra maestra de la cinematografía, un rompecabezas moral y social que se desvela lentamente, dejando al espectador con más preguntas que respuestas. Roman Polanski, en su dirección magistral, construye una atmósfera de paranoia y desconfianza palpable, donde cada gesto, cada palabra, cada mirada guarda un significado oculto. La película no se basa en la acción trepidante, sino en la tensión psicológica, en la sensación constante de que algo terrible está a punto de salir a la luz. Polanski utiliza la fotografía en blanco y negro de Gordon Willis, con sus sombras densas y sus juegos de luces y sombras, para amplificar ese sentimiento de opresión y misterio.

La película se centra en Jake Gittes, interpretado con una vulnerabilidad y una astucia implacable por Jack Nicholson. Nicholson logra transmitir la incomodidad, la frustración y la creciente desesperación de un hombre atrapado en una red de corrupción y mentiras. Su personaje, un detective privado que investiga divorcios, se ve arrastrado a un caso que amenaza con destruir su vida y exponer secretos que la ciudad entera quiere mantener enterrados. No es un héroe tradicional; es un hombre con sus propias sombras y sus propios errores, lo que lo hace mucho más realista e intrigante.

La actuación de Faye Dunaway como Evelyn Mulwray es icónica. Dunaway no solo interpreta a una esposa sospechosa, sino que crea un personaje complejo y contradictorio, una mujer de clase alta, manipuladora y con un pasado turbio. Su relación con Gittes es ambigua y llena de tensión, generando un diálogo inteligente y lleno de subtexto. La química entre Nicholson y Dunaway es fundamental para el éxito de la película, y sus interpretaciones se complementan a la perfección.

Sin embargo, el verdadero corazón de ‘Chinatown’ reside en su guion, de Robert Towne. La trama, densa y elaborada, aborda temas como la corrupción política, el abuso de poder, la especulación inmobiliaria y la injusticia social. El guion no solo es inteligente y bien construido, sino que también es profundamente crítico con la sociedad de la época. La investigación de Gittes no es solo sobre un caso de infidelidad; es una exposición de las entrañas de una ciudad que se vende a cambio de poder y dinero. La revelación final, que sacude los cimientos de la trama, es tanto sorprendente como inevitable, fruto de una construcción meticulosa y un planteamiento innovador. El final abierto, deliberadamente insatisface al espectador, invita a la reflexión y al debate sobre las verdaderas motivaciones de los personajes y el significado de los hechos.

‘Chinatown’ es una película que desafía al espectador a pensar y a cuestionar lo que ve. Es una película que perdura en la memoria por su atmósfera, sus personajes y su mensaje. Es una obra maestra del cine negro que sigue siendo tan relevante hoy en día como lo fue en 1974.

Nota: 9.5/10