“Chinese Zodiac: La armadura de Dios” es una película de acción y aventura que, a primera vista, se presenta como la típica propuesta de Jackie Chan, repleta de coreografías impresionantes y persecuciones frenéticas. Y en gran medida, cumple con esas expectativas, aunque carece de la profundidad emocional y la narrativa cohesiva que a veces caracterizaban sus mejores trabajos. La película se centra en la recuperación de las cabezas de bronce de los doce animales del zodiaco chino, símbolos que fueron robados del Palacio de Verano de Beijing durante el conflicto entre Francia y Gran Bretaña.
La dirección de Teddy Yip es sólida y mantiene un ritmo dinámico, principalmente gracias a la utilización inteligente del entorno de Beijing. La película aprovecha al máximo la arquitectura tradicional china y los espacios abiertos, transformándolos en un escenario perfecto para las secuencias de acción. Sin embargo, a pesar de la estética visualmente atractiva, la película a veces se siente un tanto superficial, sacrificando momentos de tensión psicológica y drama por la pura velocidad de la acción. La ambientación histórica, aunque presente, no se explora con la suficiente profundidad, lo que resulta en un conocimiento limitado de las motivaciones de los invasores y las consecuencias de la pérdida de estos artefactos.
La actuación de Jackie Chan, como siempre, está a un nivel superior. Su físico imponente y su maestría en las artes marciales se ponen a prueba en una serie de acrobacias vertiginosas que resultan tanto emocionantes como sorprendentes. Su personaje, Asian Hawk, es un mercenario experimentado, imbuido de un código de honor y una determinación inquebrantable. Sin embargo, el personaje de Hawk carece de la complejidad emocional que podría haberlo elevado a un nivel más alto. Los secundarios, especialmente Vanessa Williams como la dama parisina, Grace, y el joven estudiante chino, Zhang, ofrecen interpretaciones decentes, aunque sus roles son relativamente limitados. La química entre Chan y Williams es palpable y contribuye al desarrollo de la trama.
El guion, en gran medida, es predecible y se basa en clichés de género de acción. La trama se desarrolla de forma directa y lineal, con pocos giros inesperados. Aunque la idea central – la recuperación de los artefactos robados – es intrigante, la ejecución carece de originalidad y profundidad. Las motivaciones de los antagonistas no se exploran a fondo, y la película se centra principalmente en la acción y las persecuciones. La incorporación de elementos de kung fu y artes marciales tradicionales chinos es admirable, pero a menudo se siente como un añadido superficial en lugar de una parte integral de la narrativa. La película podría haber aprovechado más el simbolismo inherente a los animales del zodiaco para crear una historia más rica y significativa.
A pesar de sus fallos, “Chinese Zodiac” ofrece un espectáculo visualmente estimulante y una dosis considerable de acción. Jackie Chan continúa demostrando su habilidad y su dedicación a las artes marciales. Si bien el guion y la profundización de los personajes podrían haber mejorado la experiencia, la película es un entretenimiento sólido, ideal para aquellos que buscan una acción estilizada y un despliegue de coreografías impresionantes.
Nota: 6/10