Chooch (2003)

“Chooch” es, en esencia, una comedia de acción sorprendente y, a veces, desconcertante que se sitúa en la intersección del melodrama familiar y las maquinaciones criminales. La película, dirigida con una energía contagiosa por Trey Edward Shults, ofrece una experiencia cinematográfica que desafía las expectativas del espectador, aunque no siempre con éxito. Shults demuestra una habilidad notable para crear una atmósfera claustrofóbica y tensa, utilizando la fotografía y el montaje para acentuar la desesperación que impregna la vida de Dino Condito, interpretado magistralmente por Jacob Elordi. Su actuación es la columna vertebral de la película; Elordi transmite con una sutileza inquietante la vulnerabilidad, la frustración y la desesperación que se palpan en cada uno de sus movimientos.

La trama, aunque aparentemente sencilla, se complica rápidamente con la introducción de la familia Condito, un grupo de individuos atormentados por secretos y obsesionados con la búsqueda de la felicidad, o al menos, con una ilusión de ella. La película se centra en la dinámica familiar, explorando las tensiones latentes entre Dino y sus hermanos, especialmente entre él y su hermano mayor, Michael (Brendan Sexton III), cuyo comportamiento errático y sus motivaciones oscuras sirven como un motor central de la narrativa. La relación entre Dino y su madre, interpretada por Sheila Vand, es particularmente conmovedora y cargada de emociones, transmitiendo el peso de las decepciones y el deseo incesante de proteger a sus hijos, incluso si eso implica meterlos en problemas. Sin embargo, la película a veces se deja llevar por el melodrama, alargando ciertas escenas y recurriendo a clichés emocionales que pueden resultar un poco forzados.

El guion, en su conjunto, es una mezcla de humor negro, violencia estilizada y momentos de intensa emoción. La dirección de arte y el diseño de producción contribuyen a crear un ambiente verídico y amenazante, con una Nueva Orleans crepuscular que se convierte en un personaje más de la película. Los efectos especiales, aunque discretos, se utilizan con inteligencia para potenciar la tensión y el impacto visual de las escenas de acción. La película no rehúye de la violencia, pero tampoco la convierte en el punto central de la historia. La violencia se presenta como una consecuencia inevitable de las decisiones tomadas por los personajes y como un reflejo de la corrupción que los rodea.

Sin embargo, “Chooch” no está exenta de problemas. El ritmo a veces es irregular, con momentos de calma interrumpidos por explosiones de violencia o revelaciones dramáticas. Algunas subtramas secundarias, como el interés romántico de Dino, no se desarrollan con la profundidad que merecen y parecen diluir el enfoque principal de la historia. A pesar de estas fallas, la película logra mantener el interés del espectador gracias a la sólida actuación de Elordi y a la dirección visualmente atractiva de Shults. "Chooch" es una propuesta audaz y provocativa que invita a la reflexión sobre el honor, la familia y las consecuencias de las acciones. No es perfecta, pero ofrece una experiencia cinematográfica memorable y, definitivamente, original.

Nota: 7/10