Chui lung (2017)

“Chui Lung” (暴龍), la película de 1973 dirigida por Huang Zuohai, no es un clásico instantáneo, pero es un ejercicio fascinante de violencia estilizada y un retrato crudo de la marginalidad en Hong Kong bajo la ocupación británica. La película, protagonizada por el icónico Donnie Yen en su debut en el cine, se ha mantenido, durante mucho tiempo, en el ámbito de las películas de culto, y su redescubrimiento reciente en streaming ha renovado su interés, pero es importante abordar la película con expectativas realistas. No es un drama trascendental, sino una película de acción visceral y un estudio de personajes moralmente ambiguos.

La dirección de Huang Zuohai se distingue por su estilo directo, casi documental en ocasiones. Las escenas de lucha son intensas y frenéticas, carentes de la elaborada coreografía de las películas de artes marciales más modernas. Sin embargo, esta crudeza aporta un realismo brutal a la violencia, presentando las batallas como sucesos caóticos y desordenados, donde la supervivencia es la única lógica. La película se mueve con una cadencia implacable, sin concesiones ni ralentizaciones innecesarias. El uso de la cámara a menudo se centra en los personajes y sus movimientos, enfatizando la tensión y el peligro inminente. No hay un diseño de producción particularmente llamativo, pero la atmósfera opresiva de Hong Kong de principios de los 70 está bien transmitida a través de la ambientación, los colores deslavados y la omnipresente sensación de peligro.

Donnie Yen, en su papel inaugural, ofrece una actuación honesta y convincente. Su personaje, Ho, es un hombre marcado por la vida, un marginado que busca su lugar en un mundo hostil. Yen logra transmitir la desesperación, el resentimiento y la creciente brutalidad de Ho a medida que su pasado lo persigue. El resto del reparto, compuesto por actores locales, cumplen con su papel, aportando un aire de autenticidad al entorno. Si bien las actuaciones pueden no ser particularmente memorables, contribuyen a la sensación de que estamos presenciando un drama de barrio con consecuencias horribles.

El guion, escrito por Chen Yuan, es donde la película más notablemente decepciona. Si bien establece una base sólida para el personaje de Ho y el mundo en el que se mueve, el desarrollo narrativo es confuso y a menudo se siente apresurado. La trama se complica con la introducción de múltiples personajes secundarios, muchos de los cuales tienen poca profundidad. El ritmo narrativo es irregular, alternando momentos de tensión y acción con secciones más lentas y descriptivas que no aportan mucho al desarrollo de la historia. La justificación de las acciones de Ho, una vez que se vuelve un monstruo, es, en última instancia, poco convincente, y la película no explora las consecuencias morales de sus actos con la profundidad que podría haber tenido. El final, aunque impactante, se siente abrupto e insatisfactorio.

A pesar de sus deficiencias, “Chui Lung” es una película con un valor histórico importante. Representa un momento crucial en la evolución del género de artes marciales en el cine asiático, sirviendo como un precursor de películas posteriores como "Lady Kung Fu". Es una película que exige un espectador paciente dispuesto a apreciar su crudeza y su estilo. Nota: 6/10