Cita con un ángel (1987)

“Cita con un ángel” (Meet the Angels, 1991) es una comedia romántica que, a primera vista, podría parecer un ejercicio más de la abundante oferta de películas de despedidas de soltero. Sin embargo, bajo su capa de humor superficial, se esconde una fábula con un núcleo de sensibilidad inesperada y una reflexión sobre la importancia de la autenticidad. La película, dirigida por Sean Penn en su debut cinematográfico, explora el tema del destino y la búsqueda de la felicidad, envuelto en un romance improbable con un toque de fantasía.

Sean Penn, lejos de la imagen del galán de acción que le ha consagrado, demuestra una sorprendente habilidad para la comedia y la dirección. Si bien la película no alcanza la perfección narrativa, la dirección de Penn es cuidada, utilizando la ambientación lujosa de la propiedad de Jim y la piscina como un escenario casi hipnótico para las interacciones entre los personajes. La película juega con la yuxtaposición entre el mundo superficial de los ricos y la verdadera naturaleza del ángel, creando un contraste visual y emocional que es a la vez cómico y conmovedor. El uso de la música, especialmente en las escenas que involucran a Cassandra (Lea Thompson), la angelita, es particularmente efectivo, acentuando la atmósfera onírica y la sensación de irrealidad.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Lea Thompson brilla con intensidad como Cassandra, aportando a la vez humor y una genuina vulnerabilidad a su personaje. La química entre Thompson y Timothy Dalton, quien interpreta a Jim, es palpable y contribuye a la credibilidad de su romance. Aunque Dalton podría haber tenido un mayor margen de actuación, su papel se centra en la evolución de un joven hombre que se cuestiona sus prioridades y la importancia de sus sentimientos. Sin embargo, el personaje de Patty (Allyce Hayes) es, en mi opinión, un tanto plano, representando la opulencia sin aportar una profundidad significativa a la trama.

El guion, escrito por Sean Penn y Eric Roth, presenta algunos momentos de humor sutil y diálogos ingeniosos, pero también carece de una estructura narrativa firme. Las subtramas, como la intención de los amigos de Jim de vender la noticia, se sienten algo forzadas y diluyen el núcleo de la historia. A pesar de ello, el planteamiento inicial –un ángel herido en una piscina durante una despedida de soltero– es original y cautivador, y la película logra mantener el interés del espectador hasta cierto punto. El mensaje final, sobre la importancia de la conexión humana y la aceptación, es relativamente claro y, aunque no revolucionario, es agradable y respetuoso.

En definitiva, “Cita con un ángel” es una comedia romántica peculiar, con una ejecución visualmente interesante y un toque de originalidad que la distinguen de las películas del género. No es una obra maestra, pero sí un entretenimiento ligero y agradable, con la capacidad de provocar una sonrisa y, quizás, una breve reflexión sobre qué es realmente importante en la vida. Es una película que merece ser vista por su premisa única y su atmósfera particular.

Nota: 6/10