Cita con venus (1991)

“Cita con Venus” no es una película que te deje boquiabierto, ni una obra maestra que rompa esquemas. Sin embargo, sí que logra resultar entretenida y, sobre todo, reconfortante. El director, Michael Radford, se atreve a sumergirnos en una comedia romántica con un toque de melodrama clásico, y en general, lo consigue con una relativa elegancia. El film, ambientado en el París de los años 60, presenta una atmósfera particular: una mezcla de sofisticación, tensiones laborales y una cierta melancolía en la búsqueda de la felicidad.

La trama, que podría parecer predecible a priori, se desarrolla con un ritmo pausado que, para bien o para mal, permite profundizar en los personajes. La historia de amor entre el director, Frederick Bohler, interpretado por Colin Firth, y la estrella de ópera Venus, interpretada magistralmente por Brooke Shields, es el corazón de la película. Firth aporta una vulnerabilidad y un carisma sutiles, creando un protagonista con el que el espectador se puede identificar. Brooke Shields, por su parte, domina la escena con una belleza enigmática y una presencia imponente, transmitiendo con eficacia la complejidad de su personaje, una diva acostumbrada a conseguir lo que quiere pero con una profunda necesidad de ser amada. Su interpretación es, sin duda, el punto fuerte del filme.

La dirección de Radford es discreta pero efectiva. Se concentra en capturar la atmósfera de la época, con escenas brillantes en los teatros, los cafés y los jardines de París. La fotografía, con una paleta de colores cálidos y una cuidada iluminación, contribuye significativamente a crear una atmósfera envolvente. Sin embargo, el guion, escrito por Radford y James Mitchell, se limita a desarrollar una narrativa convencional, sin aportar ideas particularmente innovadoras o sorprendentes. Algunos diálogos se sienten un poco forzados, y las situaciones, aunque entretenidas, a veces recurren a clichés. No obstante, se aprecia un intento de explorar la frustración del artista ante la burocracia y las exigencias de su oficio, así como la dificultad de conectar emocionalmente a pesar de la fama y el talento.

El ritmo lento, en ocasiones, puede resultar algo tedioso, y el desarrollo de algunos personajes secundarios se siente superficial. Sin embargo, la película se beneficia de una banda sonora evocadora, que acompaña con maestría las emociones y la intensidad de las escenas principales. La tensión sexual entre los protagonistas se construye con una sutileza que permite al espectador adentrarse en sus sentimientos, sin caer en la melodramatismo. “Cita con Venus” no es una revolución, pero sí una comedia romántica con encanto, protagonizada por dos actores que, a pesar de las limitaciones del guion, logran generar una conexión real y una historia que, en última instancia, invita a la reflexión sobre el arte, el amor y la búsqueda de la felicidad.

Nota: 6.5/10