“City Hunter y el perfume de Cupido” es una película que, a primera vista, podría pasar desapercibida en el mar de acción y romance moderno. Sin embargo, bajo una capa de estilismos visuales y trucos de kung-fu, se esconde una propuesta sorprendentemente sólida, aunque no exenta de fallos. La película, dirigida por Cheon Seong-il, se basa en el manga japonés de la misma época y se centra en el enigmático guardaespaldas Nicky Larson (interpretado con una elegancia contenida por el actor Seo In-guk), quien se ve envuelto en una trama compleja que involucra un perfume legendario capaz de alterar el destino de quien lo usa. La premisa, aunque algo cliché, ofrece un punto de partida intrigante que se mantiene relativamente interesante durante la mayor parte de su duración.
La película destaca visualmente. Seong-il crea un mundo de gánsteres, políticos corruptos y espías corporativos con una estética particular, un híbrido entre el noir clásico y el cyberpunk. Los escenarios son vibrantes, la coreografía de las peleas es dinámica y las secuencias de acción se ejecutan con una precisión que, aunque exagerada en algunos momentos, cumple su función de entretenimiento. La banda sonora, que incluye influencias de música disco y funk, complementa a la perfección la atmósfera estilizada de la trama.
Sin embargo, el verdadero corazón de la película reside en las actuaciones. Seo In-guk ofrece una interpretación minimalista pero efectiva de Nicky Larson, un hombre taciturno con un pasado oscuro y una habilidad innegable para resolver problemas. Su personaje, aunque carente de gran profundidad emocional, funciona bien dentro del marco narrativo. La actriz Kim Ji-won, en el papel de la misteriosa agente gubernamental Hana, aporta una presencia magnética y un carisma que atrae la atención del espectador. Sus interacciones con Nicky son, sin duda, el punto fuerte de la película, dando lugar a diálogos inteligentes y a momentos de tensión palpable.
En cuanto al guion, es donde la película se muestra más desigual. Si bien la trama principal se desarrolla de forma lógica y, en general, convincente, los sub-tramas y los personajes secundarios carecen de la profundidad necesaria para generar una mayor conexión con el público. Algunos giros argumentales, aunque efectivos, se sienten forzados y poco naturales. Además, la película se dilata innecesariamente en ciertas escenas, ralentizando el ritmo y perdiendo la cohesión. El tratamiento del personaje de Nicky Larson, en particular, se ve limitado por una falta de exploración de su pasado, lo que resulta en una comprensión superficial de su motivación y personalidad. Se podría haber profundizado más en la justificación de sus acciones y en el impacto emocional de su pasado.
A pesar de estas fallas, “City Hunter y el perfume de Cupido” ofrece un entretenimiento decente para aquellos que buscan una película de acción con toques de romance y un ambiente visualmente atractivo. No es una obra maestra, pero sí un producto digno de ver si no se tienen grandes expectativas y se disfruta del espectáculo visual y las buenas interpretaciones. La película, en definitiva, logra un equilibrio entre lo estilizado y lo narrativo, creando una experiencia de visionado que, aunque breve, es recordar.
Nota: 6/10