Ciudad peligrosa (1986)

“Ciudad peligrosa” (Dangerous City) es un thriller neo-western que, a pesar de sus evidentes influencias, logra generar un ambiente tenso y claustrofóbico que te atrapa desde sus primeros minutos. La película, dirigida con maestría por Christopher Silver, se aleja de la violencia gratuita que a veces caracteriza a este género, optando por una narrativa más deliberada y concentrada en la construcción del personaje de Billy Turner, interpretado con una intensidad palpable por Nelson Hayes. Hayes ofrece una actuación soberbia, logrando transmitir la furia contenida, el dolor y la vulnerabilidad de un hombre desahuciado que regresa a la ciudad que odia para vengarse.

La película se centra en el regreso de Billy a Florida, un lugar impregnado de recuerdos dolorosos y de un pasado que ha dejado cicatrices profundas. La atmósfera es opresiva, casi palpable, gracias a la fotografía de David Miller, que emplea una paleta de colores apagados y contrastes fuertes, evocando la desolación y el aislamiento. Los paisajes desolados y la arquitectura deteriorada de Florida añaden una capa de realismo crudo que complementa la historia. La película no rehúye de mostrar la corrupción rampante que carcome la pequeña ciudad, representada en el personaje de Silas Blackwood, el jefe de la mafia local, interpretado con una sutil frialdad por Daniel O’Connell. Aunque su villanía no es un espectáculo, se siente como un síntoma de la maldad arraigada en la ciudad.

El guion, coescrito por Silver y Mark Peterson, se beneficia de una trama lineal pero eficaz. La película construye la tensión de manera gradual, permitiendo que el espectador se involucre emocionalmente en la búsqueda de la verdad. El ritmo es pausado, con momentos de calma interrumpidos por explosiones de violencia que, aunque impactantes, están justificados por la situación y el estado emocional del protagonista. Sin embargo, la película podría haberse beneficiado de un mayor desarrollo de algunos personajes secundarios, y de una exploración más profunda de las motivaciones de Silas Blackwood. Su antagonismo, si bien sólido, carece de matices que lo hicieran más complejo.

A pesar de estas pequeñas carencias, “Ciudad peligrosa” es un thriller bien ejecutado que explora temas como la venganza, la justicia y el peso del pasado. Es una película que te hace reflexionar sobre las consecuencias de la violencia y la dificultad de escapar de los demonios del pasado. No es una obra maestra, pero sí una película recomendable para aquellos que disfrutan del género y buscan una experiencia cinematográfica con una atmósfera particular y actuaciones convincentes. La dirección de Silver es segura, demostrando un claro dominio de los recursos visuales para generar el ambiente deseado, y el final, aunque predecible, es satisfactorio y cierra la historia con un tono melancólico.

Nota: 7/10