Club de padres (2020)

“Club de padres” (Father of the Year) es una comedia que, a pesar de contar con una premisa inherentemente absurda, logra un equilibrio interesante entre el humor, la reflexión y un ligero toque de drama. La película, dirigida por Jake Kasdan, no busca ser un drama familiar convencional, sino que se permite ser divertida, a veces hasta el punto de la ridiculez, explorando la desconexión entre la infancia y la adultez. La historia se centra en Vincent, interpretado con una notable naturalidad por Jon Hamm, un hombre de treinta años que, por un conjunto de circunstancias, se ve envuelto en el peculiar mundo de la Asociación de Padres y Maestros de su nueva escuela. Su actuación es, en mi opinión, la piedra angular de la película; Hamm consigue transmitir la frustración, la inseguridad y la innegable ternura de un hombre que, a pesar de su edad, anhela conectar con su hijo y con el mundo que le rodea.

El guion, de Jason Reitman, se sirve de la situación de Vincent como un catalizador para examinar la presión social que enfrentan tanto los niños como los adultos. La película se burla sutilmente de las expectativas que se le imponen a los padres, mostrando cómo la necesidad de encajar y de ser “el mejor” puede llevar a menudo a comportamientos ridículos y a una desconexión con la realidad. La dinámica entre Vincent y Bart, interpretado por Owen Wilson, es el corazón de la historia. La química entre ambos actores es excelente, y la construcción de su relación, que evoluciona de manera orgánica y creíble, es uno de los puntos fuertes de la película. Wilson aporta una frescura y una inocencia a la vez que un cierto encanto a la figura del niño, lo cual ayuda a contrarrestar el tono a veces sarcástico de la película.

Sin embargo, “Club de padres” no es una película perfecta. La trama, aunque entretenida, puede resultar a veces repetitiva en su estructura, y algunas de las situaciones cómicas se apelan un poco al cliché. Además, la resolución de la historia, aunque satisfactoria, podría haber tenido un mayor impacto dramático. La dirección de Kasdan es competente, manteniendo un ritmo ágil y una atmósfera ligera, pero carece de la audacia visual que podría haber elevado la película a un nivel superior. La banda sonora, en general, es agradable y complementa la narrativa, aunque algunos temas son un poco predecibles. A pesar de estas pequeñas carencias, “Club de padres” es una comedia inteligente y agradable, que invita a la reflexión sobre la naturaleza de la paternidad y la búsqueda de la felicidad.

En definitiva, la película consigue una combinación interesante entre comedia, drama y un toque de crítica social, ofreciendo una mirada entretenida y a veces provocadora al mundo de la crianza moderna.

Nota: 7/10