Coacción a un jurado (1996)

“Coacción a un Jurado” (2023) es un thriller legal que, si bien no llega a ser una obra maestra cinematográfica, sí logra mantener al espectador cautivo con una atmósfera tensa y un guion que explora con crudeza los límites del poder y la vulnerabilidad. La película se centra en Elena, interpretada con una intensidad palpable por Marta Etura, una madre soltera que se encuentra inesperadamente en el centro de un juicio contra un peligroso capo de la mafia. Su inclusión en el jurado no es un accidente; en realidad, es parte de un plan orquestado por las fuerzas del orden, quienes, conscientes de su situación económica y la responsabilidad que siente por su hijo, intentan manipularla para que dicte su veredicto.

La dirección de Álvaro Trueba se mantiene firme en una estética visual austera y realista, evitando los artificios típicos del género. Trueba se centra en el retrato psicológico de Elena, mostrando su fragilidad emocional y su gradual descrédito ante las amenazas. La película no cae en el melodrama fácil; en cambio, construye una sensación de constante incomodidad y paranoia. El uso de la iluminación y la composición de los planos refleja la opresión que siente la protagonista, creando un espacio visual claustrofóbico que anticipa la inevitable confrontación. El ritmo de la película es deliberadamente lento, lo que permite a la audiencia sumergirse en la desesperación de Elena y entender la lógica, aunque retorcida, de las personas que la presionan. La película se beneficia de la narrativa no lineal, intercalando flashbacks que ofrecen fragmentos de la vida de Elena y la razón detrás de su soledad, humanizando su personaje y proporcionando contexto a sus decisiones.

La actuación de Marta Etura es, sin duda, el punto fuerte de la película. Su interpretación es impecable, transmite con maestría la mezcla de miedo, resistencia y desesperación de Elena. Su mirada, su postura, su lenguaje corporal, todo comunica la creciente angustia de la protagonista. El resto del elenco también cumple con su cometido, aunque algunas actuaciones son más convencionales que otras. En particular, la interpretación del antagonista, aunque no es particularmente compleja, es efectiva al transmitir la amenaza ineludible que acecha a Elena. La química entre Etura y el actor que interpreta al mafioso está bien lograda, lo que contribuye a la tensión general de la película. Sin embargo, la película podría haber beneficiado de un desarrollo más profundo de algunos personajes secundarios.

En términos de guion, “Coacción a un Jurado” es una pieza sólida, aunque no brillante. El conflicto central – la manipulación de un jurado por parte de las autoridades – es inherentemente interesante, y la película lo explora con una honestidad desarmante. El guion evita simplismos y presenta una visión realista de las consecuencias de la intimidación y la corrupción. Las tensiones son creíbles y las decisiones de los personajes, aunque a veces controvertidas, son comprensibles dentro del contexto de la situación. Si bien el final puede resultar algo abrupto para algunos espectadores, aporta un cierre satisfactorio a la historia. La película plantea preguntas inquietantes sobre la justicia, la moral y el poder de la influencia.

Nota: 7/10