Coche 54 ¿dónde estás? (1994)

“Coche 54 ¿dónde estás?” es una película que, en su intento de mezclar el glamour de los años 60 con un thriller policial moderno, termina ofreciendo una experiencia visualmente atractiva pero narrativamente algo decepcionante. La película, dirigida por George Costis, presenta una estética cuidada, que evoca con maestría la atmósfera vibrante y opulenta de Nueva York en ese período, gracias a la dirección de fotografía de Gordon Willis, quien se sirve de una paleta de colores rica y un uso magistral de la luz y la sombra para crear una atmósfera densa y melancólica. Sin embargo, este mimo visual a veces se ve eclipsado por una trama que, aunque interesante en su premisa, carece de la complejidad y la profundidad necesarias para mantener al espectador enganchado durante toda su duración.

El núcleo de la historia se centra en Brash (interpretado con una intensidad admirable por Walter Matthau), un detective veterano, endurecido por la vida y sus excesos, que debe colaborar con Francis Muldon (interpretado por Dean Martin), un novato fascinado por la tecnología y las "nuevas formas de hacer las cosas". La química entre Matthau y Martin es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Su dinámica, basada en el choque de personalidades y en la creciente (y a veces frustrante) cooperación, aporta momentos cómicos genuinos y un cierto encanto a la trama. Matthau, en particular, ofrece una actuación memorable, transmitiendo la amargura y la resignación de un hombre que ha visto demasiado y que lucha por aferrarse a su integridad. Martin, aunque menos experimentado en la comedia, cumple su papel con una naturalidad que compensa su falta de protagónico.

El guion, escrito por Stirling Sillman, se basa en un esquema clásico de thriller, pero le falta originalidad. La trama, centrada en la protección de un testigo clave en un caso contra la mafia, es predecible y carece de giros inesperados que la pudieran elevar. Las conversaciones entre Brash y Francis, si bien divertidas, suelen ser repetitivas y limitadas a discusiones sobre la tecnología y las formas de hacer las cosas. La trama no profundiza lo suficiente en las motivaciones de los personajes o en los entrelazados peligros que acechan al testigo. Se siente como una estructura relativamente simple, construida sobre un sólido pero sin demasiado lustre.

A pesar de sus deficiencias narrativas, “Coche 54 ¿dónde estás?” merece una mención por su valor como documento de época, ofreciendo una ventana a una Nueva York fascinante y un retrato de la comedia policial de los años 60. La película, aunque no alcanza la grandeza de otras obras del género, proporciona entretenimiento suficiente para una tarde de cine, especialmente si se aprecia la estética visual y la química entre sus dos protagonistas. La banda sonora, con sus melodías de jazz y soul, complementa perfectamente el ambiente de la época y contribuye a la atmósfera general de la película.

Nota: 6.5/10