Cocodrilo Dundee II (1988)

‘Cocodrilo Dundee II’ es, sin duda, una experiencia cinematográfica peculiar que se sitúa en un territorio propio, lejos de las convenciones de la comedia moderna. Después del éxito inesperado del original, la película se enfrenta a una tarea ardua: mantener la esencia del personaje de Dundee, interpretado magistralmente por Josh Gad, y, al mismo tiempo, ofrecer una historia que justifique su regreso a la pantalla grande. Y, en gran medida, lo logra, aunque con un coste considerable de complejidad narrativa.

La premisa, centrada en la huida de Sue Charlton (Emma Stone) y la búsqueda de venganza tras el asesinato de su exmarido, Bob, es intrigante desde el principio. Gad ofrece una actuación sólida y genuina como Mick Dundee, conservando su excentricidad y carisma característicos, aun con el peso de la tragedia sobre sus hombros. Stone, por su parte, aporta una elegancia y un sentido del humor sutil que equilibran el tono más serio de la película. La química entre ambos actores es el corazón de la historia y, afortunadamente, funciona bien. Sin embargo, la película se complica al introducir una intrincada trama de narcotráfico colombiano, lo que, en ocasiones, diluye el enfoque principal y genera un ritmo irregular. La introducción de nuevos personajes y subtramas, aunque necesarios para la trama, no siempre se integran perfectamente en la narrativa principal.

Desde el punto de vista técnico, la película destaca por su encanto visual. La película se beneficia de paisajes australianos espectaculares, y la dirección de fotografía es cuidada, mostrando la belleza natural del país sin perder la seriedad necesaria para la historia. Los efectos especiales, en particular la creación del cocodrilo, son bastante convincentes y contribuyen al humor surrealista que impregna la película. Sin embargo, la banda sonora, aunque agradable, no tiene la fuerza necesaria para elevar la experiencia cinematográfica. La dirección de Mark Waters es competente, pero carece de la audacia y el riesgo que podrían haber elevado la película a algo más memorable.

El guion, en su conjunto, es el punto más débil de ‘Cocodrilo Dundee II’. Si bien la idea central es divertida, el desarrollo de la trama es confuso y, en ocasiones, inverosímil. La película se siente, en ocasiones, como si estuviera intentando abarcar demasiados elementos a la vez, lo que resulta en diálogos poco inspirados y situaciones que carecen de credibilidad. La comedia, a pesar de los esfuerzos de los actores, a menudo se siente forzada y no siempre fluye de manera natural. El humor absurdo, que fue la base del éxito del original, se siente repetitivo y no explota su potencial máximo. A pesar de esto, la película no abandona por completo el espíritu de aventura y la comedia nonsense que la distinguen.

Nota: 6/10