Cold Feet (1989)

“Cold Feet” (Los Pies Fríos) es una comedia criminal que, lejos de buscar la grandilocuencia de un thriller, se aferra a un tono mordaz y un retrato desmitificador de la criminalidad. La película, estrenada en 1999, no intenta glorificar el mundo del crimen, sino más bien diseccionarlo con un humor negro y despiadado que resulta sorprendentemente efectivo. La premisa, la de un grupo de criminales de bajo nivel con un plan para robar esmeraldas, es básica, pero sirve como telón de fondo para explorar las motivaciones y las debilidades de sus personajes, y, por extensión, la fragilidad de sus vidas.

La dirección de Robert Greenwald es competente, aunque no particularmente llamativa. Se centra en la dinámica del grupo, utilizando la cámara de manera natural y evitando artificios innecesarios. El ritmo de la película es ágil, manteniendo la tensión a lo largo de la trama, pero sin recurrir a clichés del género. Sin embargo, lo verdaderamente interesante reside en las actuaciones del reparto. Ted Dans, como el líder de la banda, Monte, ofrece una interpretación magistral, combinando un encanto superficial con una inquietante mirada de vacío. Mira Sorvino, en el papel de Kenny, el hipocondríaco y neurótico, aporta un toque de comedia negra que roba la atención del espectador. Pero, sin duda, la joya de la corona es Campbell Scott como Infiel, el personaje que da título a la película. Scott, con su habilidad para interpretar personajes complejos y moralmente ambiguos, consigue transmitir la desesperación y el anhelo de Infiel de manera conmovedora. La química entre los tres actores es palpable, lo que convierte las situaciones cómicas y las escenas de tensión en elementos convincentes.

El guion, adaptado de la obra teatral de David Lindsay-Abaire, es inteligente y lleno de diálogos afilados. La película no rehúye de las consecuencias de las acciones de los personajes, mostrando el impacto de sus decisiones en sus vidas y en las de quienes les rodean. Si bien la trama principal se centra en el robo de las esmeraldas, la película explora temas más amplios, como la infidelidad, el matrimonio, la ambición y la búsqueda de la felicidad. Hay momentos de genuino humor, sin caer en la caricatura, y otros de gran carga emocional. La película es, en definitiva, un retrato honesto y sin tapujos de un grupo de personas que están atrapadas en un ciclo de desilusión y desesperación. La construcción de personajes es muy sólida y el planteamiento de la trama, aunque predecible en algunos momentos, es lo suficientemente interesante como para mantener al espectador enganchado hasta el final.

“Cold Feet” es una comedia criminal que, a pesar de su presupuesto modesto, ofrece una experiencia cinematográfica gratificante. No es la película más innovadora del género, pero sí una de las más inteligentes y honestas. La mezcla de humor negro, personajes complejos y diálogos afilados la convierten en una película que merece la pena ver.

Nota: 7/10