Colegas (1999)

“Colegas” es una película que, a primera vista, podría pasar desapercibida en el mar de comedias románticas que llegan cada semana a las pantallas. Sin embargo, bajo su aparente sencillez, se esconde una reflexión sobre el matrimonio, la amistad y el peso de la memoria. La película, dirigida con sensibilidad por Eduardo Gayoso, no busca la grandilocuencia ni el artificio, sino que se basa en un drama íntimo y realista que se desarrolla con una calma reconfortante. La premisa, la llegada de las dudas a Roland justo antes de su boda, es un punto de partida convincente para explorar las inseguridades que a menudo escondemos, incluso de nuestras personas más cercanas.

La película se centra en el personaje de Roland, interpretado con una gran sutileza por José Luis de Villegas. Su vulnerabilidad es palpable, lo que permite al espectador empatizar plenamente con sus miedos y sus incertidumbres. Sin embargo, la verdadera magia de “Colegas” reside en la dinámica entre Roland y sus dos amigos, Slim (Javier Godino) y Mike (Miquel Fernández). Estos dos personajes, compañeros de una adolescencia compartida, actúan como un contrapeso a la ansiedad de Roland. Sus recuerdos, sus bromas y su capacidad de verle la cara al protagonista son lo que le ayudan a recuperar la serenidad y la alegría. La química entre los tres actores es excepcional, logrando crear un ambiente de amistad genuino y creíble. Las escenas donde comparten anécdotas y recuerdos son las más memorables de la película, transmitiendo una sensación de nostalgia y complicidad que evoca la importancia de los vínculos que construimos a lo largo de nuestra vida.

El guion de Miguel Hervás es lo que más destaca de la película. No es particularmente original en su planteamiento, pero su ejecución es impecable. Evita clichés y se centra en los detalles, en las pequeñas conversaciones que revelan la complejidad de las relaciones humanas. La película no juzga ni moraliza, simplemente observa cómo tres amigos intentan ayudar a uno de ellos a superar sus miedos. La dirección de arte es discreta pero efectiva, creando un ambiente que refleja la atmósfera de una pequeña ciudad española. La música, también sobria, complementa la narrativa sin ser intrusiva. El ritmo es pausado, lo que permite al espectador absorber cada momento, cada emoción. Es una película que te invita a reflexionar sobre tus propios recuerdos, tus propias dudas y sobre la importancia de tener amigos que te acompañen en los momentos difíciles.

En definitiva, “Colegas” es una película que, a pesar de su temática aparentemente sencilla, es sorprendentemente conmovedora. Es una película sobre la amistad, el amor y la aceptación de uno mismo. Es una película que te hace pensar, te hace sentir y te deja una sensación de esperanza. Es un ejemplo de cine auténtico, que celebra la belleza de las relaciones humanas en su forma más simple y esencial.

Nota: 7.5/10