Colombiana (2011)

“Colombiana” es una película que golpea con fuerza, más por la intensidad emocional que por una elaborada maestría cinematográfica, y esa es precisamente su mayor fortaleza. La película de Yolanda García-Agullón, estrenada en 2012, no busca la espectacularidad ni el virtuosismo técnico; se enfoca en la visceralidad de un trauma infantil y el implacable camino de venganza. El argumento, basado en una historia real, nos presenta a Cataleya, una joven que, tras presenciar el brutal asesinato de sus padres, se convierte en una asesina para encontrar a los responsables y, finalmente, vengarlos. La trama se desarrolla en dos líneas temporales: el presente, donde Cataleya ejecuta contratos para un mafioso estadounidense, y flashbacks que revelan su pasado y su transformación. García-Agullón no rehúye de la oscuridad y el horror, presentando escenas violentas que son impactantes y perturbadoras, pero que se integran de forma natural dentro del relato.

El elemento central de la película reside en la dirección de fotografía de José Luis Aumont, quien utiliza la luz y la sombra para enfatizar la desolación y la desesperación de Cataleya. La paleta de colores es predominantemente fría, con tonos grises y azules que reflejan la ausencia de alegría y la herida que sufre la protagonista. Las escenas de acción, coreografiadas con un realismo brutal, no son gratuitas; cada disparo, cada golpe, tiene un peso emocional que se siente intensamente. La película se beneficia enormemente de la música de Nicolás Richter, quien emplea melodías inquietantes y evocadoras para intensificar la atmósfera de suspense y melancolía. Sin embargo, a veces el ritmo puede sentirse un poco apresurado en las escenas de acción, lo que puede disminuir la sensación de tensión en ciertos momentos.

El trabajo actoral es, sin duda, el punto fuerte de “Colombiana”. Zoe Saldana, en un papel que exige una gran intensidad emocional, ofrece una actuación magistral. Logra transmitir la complejidad de Cataleya: su dolor, su ira, su soledad, pero también su determinación y su capacidad de adaptación. Es un papel que podría haberla relegado a la mera figura de acción, pero Saldana le aporta una profundidad y una vulnerabilidad que la convierten en un personaje memorables. El resto del elenco secundario, aunque no tan destacado, cumple con sus funciones y aporta solidez a la narrativa. La química entre Saldana y Michael Peñalver (quien interpreta a Emilio, el tío mafioso) es palpable y contribuye a la dinámica del personaje de Cataleya.

Si bien la película puede resultar un tanto repetitiva en su estructura de venganza y no siempre ofrece soluciones a los dilemas morales planteados, “Colombiana” es una experiencia cinematográfica que permanece en la memoria. Su fuerza radica en la capacidad de transmitir el impacto devastador de la pérdida y la búsqueda implacable de justicia. La película no se siente como un simple thriller de acción; es un drama intenso y conmovedor que explora temas como la violencia, la familia, la memoria y el precio de la venganza. Es una película que invita a la reflexión, aunque también a sentir un profundo pesar por la trágica historia de Cataleya. No es perfecta, pero es honesta y poderosa.

Nota: 7/10