Cómo acabar sin tu jefe 2 (2014)

“Cómo acabar sin tu jefe 2” se presenta como una apuesta segura en el género de comedia pura, y en ese sentido cumple, aunque con la frialdad y la previsibilidad propias de las secuelas que no logran alcanzar la altura de su predecesora. La película, en esencia, se repite a sí misma, pero esta vez con un vernáculo ligeramente más amplio y una sensación de desesperación creíblemente absurda. El guion, en gran medida, carece de la chispa ingeniosa que caracterizó la primera entrega. Las situaciones, aunque inicialmente divertidas, pronto se vuelven repetitivas y la tensión, que debería ser el motor de la trama, se diluye en una sucesión de gags fáciles y poco elaborados.

La dirección, liderada por Chris Columbus, mantiene un ritmo rápido y una puesta en escena colorida, pero le falta una visión más fresca. Se nota que la película se basa en gran medida en el encuadre de las situaciones cómicas, sin profundizar en el desarrollo de los personajes. Nick (David Spade), Dalee (Lucy Liu) y Kurt (Timothy Busfield) siguen siendo una dinámica arrolladora, pero sus motivaciones y emociones quedan en un segundo plano. El conflicto central –secuestrar al hijo del inversor para obtener un rescate– es un punto de partida interesante, pero la forma en que se desarrolla es donde la película pierde su fuerza. El humor es, en general, superficial y depende demasiado de bromas visuales y juegos de palabras fáciles de entender.

Las actuaciones, sin embargo, son sólidas. Spade, Liu y Busfield demuestran una química innegable, y logran mantener la diversión a pesar de las limitaciones del guion. La interpretación de Spade, en particular, es notable, captando la frustración y la desesperación de un hombre que ha perdido el control de su vida. Pero incluso sus esfuerzos no pueden salvar la película de su propia naturaleza repetitiva. La película también ofrece un breve pero efectivo papel para Justin Long, aportando un alivio cómico bien colocado y un momento de genuina emotividad.

Si bien “Cómo acabar sin tu jefe 2” no alcanza la dimensión de originalidad y humor de su antecesora, sí ofrece un entretenimiento ligero y rápido, ideal para una noche de cine en familia. No es una obra maestra, ni pretende serlo, pero cumple su cometido de ofrecer una dosis de comedia pastelera. La película, en definitiva, es una confirmación de que las secuelas necesitan una inversión creativa considerable para justificar su existencia. El tono general, aunque, está muy bien equilibrado y se siente la presencia de un equipo que entiende el material y sabe cómo aprovecharlo, a pesar de las limitaciones del guion.

Nota: 6/10