Como perros y gatos: La patrulla unida (2020)

“Como perros y gatos: La patrulla unida” es una incursión en el género de la comedia de acción con una premisa intrigante: la coexistencia pacífica entre perros y gatos, vigilada por dos agentes secretos con la misión de proteger al mundo de amenazas invisibles. El director, David Miller, demuestra una considerable habilidad para crear un universo visualmente atractivo y con un diseño de producción que homenajea a los clásicos del espionaje, aunque sin llegar a la grandilocuencia de James Bond. La estética, con un guiño irónico a las películas de los 60 y 70, es un punto fuerte y contribuye a la atmósfera divertida y ligeramente absurda de la película.

El núcleo de la historia, la amenaza de un papagayo supervillano que busca desatar una guerra entre especies, es sorprendentemente efectiva. El guion, escrito por un equipo de guionistas que ha sabido equilibrar la comedia y la acción, se beneficia de un ritmo ágil que mantiene al espectador enganchado. Sin embargo, el guion podría haber profundizado en el trasfondo de la Gran Tregua, explorando más las razones de la paz y las consecuencias de su ruptura. La trama, a pesar de su entretenimiento, se siente un tanto predecible en algunos momentos, y los giros argumentales, aunque efectivos, no son especialmente innovadores. La comedia reside principalmente en las interacciones entre los dos protagonistas, y aquí es donde la película brilla con mayor intensidad. La dinámica entre Gwen el Gato y Roger el Cánido, interpretados magistralmente por Ava Sterling y Liam Walker, es el corazón de la película y la fuente principal de su humor. Su constante rivalidad, su desconfianza mutua y sus sarcásticos diálogos son deliciosos de ver.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Ava Sterling aporta una elegancia y un encanto felinos a Gwen, transmitiendo a la vez inteligencia y vulnerabilidad. Liam Walker ofrece una interpretación contagiosa de Roger, un perro torpe pero valiente, que se enfrenta a sus propias inseguridades. La química entre ambos actores es palpable y fundamental para el éxito de la película. El papel del villano, interpretado por Samuel Davis, es, sin embargo, algo plano y carente de profundidad. Su motivación es vaga y su presencia, aunque llamativa visualmente, no logra generar una verdadera amenaza. Aunque la película apuesta por efectos especiales modestos pero bien integrados en la narrativa, la dirección artística y el diseño de sonido, que enfatizan los sonidos característicos de los perros y los gatos, son elementos que enriquecen la experiencia visual y auditiva.

En definitiva, “Como perros y gatos: La patrulla unida” es una comedia de acción ligera y entretenida, que cumple con su cometido de ofrecer un entretenimiento sin pretensiones. No es una obra maestra del cine, pero sí una película agradable y divertida para un público que busca una escapada al mundo de los superhéroes con un giro original y, sobre todo, con una perspectiva refrescante. El impacto de la película está en su capacidad de generar una sonrisa y de recordar que, a veces, la amistad puede surgir de las fuentes más inesperadas.

Nota: 7/10