Confidence (2003)

“Confidence” es una joya oscura y cautivadora, una comedia negra con toques de thriller que se aferra a su atmósfera de paranoia y sutil engaño. Dirigida con maestría por Barry Levinson, la película no se centra en explosiones o persecuciones espectaculares, sino en el delicado juego psicológico entre sus personajes, y es precisamente este enfoque lo que la convierte en una experiencia tan memorable.

La película nos introduce a Jake Vig (Edward Burns), un hombre de clase media con una habilidad innata para la manipulación y una cierta desilusión con la vida. Burns ofrece una interpretación magistral, transmitiendo la inteligencia aguda y la insidiosa ambición de Jake con una mirada penetrante y una voz pausada. Su Jake no es un villano caricaturesco, sino un personaje complejo y moralmente ambiguo, alguien que justifica sus acciones con una lógica retorcida. Paul Giamatti, como Gordo, aporta una dosis de humor negro y un carisma innegable a la banda. Su Gordo es el cerebro detrás de las operaciones, el pragmático que mantiene al grupo en el camino, y sus diálogos con Burns son especialmente brillantes.

La película se beneficia enormemente de las actuaciones de Rachel Weisz. Lily es un personaje formidable, un torbellino de energía y astucia que desequilibra la calma de Jake. Weisz se destaca en este rol, demostrando su capacidad para el personaje ingenioso y peligroso. La química entre Burns y Weisz es palpable, y el desarrollo de su relación, a la vez de colaboración y tensión, es uno de los puntos fuertes de la película. El elenco de apoyo, con Donal Logue y Luis Guzmán como agentes corruptos, añade capas de complejidad y cinismo al relato. Logue, en particular, ofrece una interpretación particularmente convincente, mostrando la ambigüedad moral de Whitworth con una mirada gélida y una actitud desapasionada.

Barry Levinson, conocido por su trabajo en comedias como “Awakenings” y “Rain Man”, demuestra aquí una gran habilidad para crear una atmósfera de tensión constante. El guion, coescrito por Levinson y Eric Rust Anderson, es inteligente y lleno de detalles. La trama, aunque compleja, se desarrolla con un ritmo excelente, y la película se toma su tiempo para construir el suspense, permitiendo que la audiencia se sumerja en el mundo de los fraudes financieros y las relaciones entre criminales y policías. La película aborda temas como la corrupción, la avaricia y la búsqueda del éxito, pero lo hace con una pincelada de humor negro que evita la solemnidad innecesaria. La puesta en escena es impecable, con un diseño de producción que refleja la atmósfera de lujo y decadencia de la vida criminal. En definitiva, “Confidence” es una película que te obliga a pensar, a cuestionarte la moralidad y a disfrutar de un juego de ingenio y engaño excepcionalmente bien ejecutado.

Nota: 8.5/10