“Cops and Robbers” es, en su esencia, un thriller de tensión claustrofóbica que logra mantener al espectador al borde de su asiento durante la mayor parte de su duración. Dirigida con precisión por un nombre que, para desgracia nuestra, no se menciona abiertamente en la promoción, la película se centra en la tensa confrontación entre un negociador de rehenes veterano, Tom Berenger, y un asaltante de bancos impulsivo, Michael Jai White, ambos marcados por un pasado compartido y una obsesión peligrosa. La premisa, por sí sola, es intrigante, pero es la ejecución la que realmente da vida a esta historia de poder, venganza y el peso del trauma familiar.
La dirección se caracteriza por un uso magistral de la luz y la sombra, enfatizando la sensación de encierro y desesperación que impregna la narrativa. Cada escena está meticulosamente construida para generar una creciente sensación de peligro. El ritmo es impecable: alternando momentos de diálogo tenso y diálogos de suspense en los que el pulso se acelera, la película mantiene una dinámica frenética, evitando caer en clichés del género. La banda sonora, aunque discreta, complementa a la perfección la atmósfera opresiva, acentuando las emociones del espectador.
Las actuaciones son, en general, sólidas. Tom Berenger ofrece una interpretación convincente como el negociador endurecido por la experiencia, mostrando una complejidad emocional que va más allá de la mera profesionalidad. Su carácter, atormentado por sus propios errores, se revela gradualmente, añadiendo capas de profundidad a la trama. Michael Jai White, por su parte, interpreta al asaltante con una intensidad palpable, transmitiendo un deseo visceral de venganza y una vulnerabilidad oculta bajo una fachada de agresividad. Randy Wayne, como el hermano del asaltante, aporta un elemento de ambigüedad moral que complica aún más la situación. Victoria Pratt, aunque con un papel más limitado, añade un toque de humanidad y tragedia a la historia.
El guion, sin embargo, es donde la película muestra algunas debilidades. Si bien la premisa es original y el ritmo es bueno, la trama a veces se vuelve un poco recargada, con algunos giros argumentales que, aunque efectivos, se sienten forzados. Algunas subtramas, aunque relevantes para el desarrollo de los personajes, podrían haber sido condensadas para mantener la fuerza narrativa central. Sin embargo, el guion logra construir una relación compleja y creíble entre los protagonistas, cuyo conflicto no se limita al enfrentamiento físico sino que se basa en un profundo entendimiento mutuo, a pesar de ser adversarios. El tratamiento del tema familiar, especialmente la dinámica entre los hermanos, es particularmente interesante, ofreciendo una perspectiva fresca sobre la lealtad, el resentimiento y el impacto de los eventos del pasado.
En definitiva, “Cops and Robbers” es un thriller de acción y suspense digno de ser visto, que cuenta con actuaciones sólidas y una atmósfera intensa. Aunque el guion presenta algunas áreas de mejora, la película consigue mantener el interés del espectador con su trama llena de giros y su exploración de temas complejos como la venganza, la familia y las consecuencias de nuestros errores.
Nota: 7/10