Corazones de acero (2014)

(EN) · Bélica, Drama, Acción · 2h 14m

La guerra nunca termina en silencio.

Póster de Corazones de acero
Media
7.5 /10

12,188 votos

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Sinopsis

Abril de 1945. Al mando del veterano sargento Wardaddy, un pelotón de cinco soldados americanos a bordo de un carro de combate -el Fury- ha de luchar contra un ejército nazi al borde de la desesperación, pues los alemanes saben que su derrota estaba ya cantada por aquel entonces.

Ficha de la película

Título original

Fury


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

John Lesher, Bill Block, Ethan Smith, David Ayer


Reparto principal de Corazones de acero

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Corazones de acero.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de Corazones de acero

Nuestra crítica de Corazones de acero

Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.

Por el equipo de Programación en Directo

¡Corazones de acero es una obra maestra del género de guerra, una película que nos transporta a la última etapa de la Segunda Guerra Mundial y al borde de nuestro espíritu! En este intensamente emocionante filme dirigido por David Ayer, encontramos un grupo de cinco soldados americanos bajo las órdenes del veterano sargento Wardaddy (Tom Hardy), en un tanque de combate llamado Fury.

El guion de la cinta, escrito por Ayer y Robert Schenkkan, es un ejercicio maestro en la escritura de diálogos agudos que exploran los límites humanos cuando se enfrentan a la muerte y el caos. El diálogo está lleno de sarcasmo, ironía y reflexiones profundas sobre la naturaleza de ser humano en una situación tan desesperada.

En cuanto a las actuaciones, todas son impresionantes y crean un ambiente de tensión constante a lo largo de la película. Tom Hardy brilla como Wardaddy, el líder experimentado y duro que esconde una complejidad emocional oculta detrás de su fría cara de general. El resto del reparto, incluyendo a Shia LaBeouf, Logan Lerman, Jon Bernthal y Michael Peña, también se desempeñan admirablemente en sus roles, creando un grupo de personajes que nos hace ver la humanidad incluso en el más cruel de contextos.

La dirección de Ayer es una maravilla de precisión técnica y control emocional. Los combates y las escenas de acción son viscerales y dolorosas, reflejando la crueldad y la desesperación del conflicto en el que se enfrentan los soldados. Sin embargo, Ayer también nos permite ver momentos más tranquilos entre los miembros del pelotón, creando una conexión emocional con estos personajes que no podemos olvidar.

En resumen, Corazones de acero es una película que exige nuestra atención y nos obliga a enfrentar la dura realidad de la guerra. Ayer ha creado un mundo brutal e intensamente emocional en el que explora las miedos más profundos de los hombres, así como sus héroicas acciones para sobrevivir hasta el final. Este filme es una obra maestra del género de guerra y una recomendación esencial para todos los amantes de este tipo de cine.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Corazones de acero. Consulta sus valoraciones y comentarios.

David Campos
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“Corazones de acero” (Shôji Suzuki, 1957) no es simplemente otra película de guerra. Es una visceral y brutal exploración de la condición humana ante la barbarie, un relato de supervivencia y, sobre todo, una reflexión implacable sobre la moralidad en tiempos de guerra. La película, ambientada en la última fase de la Segunda Guerra Mundial en Europa, se centra en el pelotón del sargento Wardaddy (Karl Malden), un veterano endurecido por la experiencia, y su equipo del carro de combate "Fury". La película, un hito del cine negro japonés, logra un impacto emocional y visual que permanece en la memoria mucho después de que termina los créditos.

Suzuki se distancia deliberadamente del glamur y la heroica idealización que a menudo acompaña a las narrativas bélicas. Lo que encontramos es un relato crudo y sin adornos de la desesperación, la pérdida y el constante temor a la muerte. La dirección es precisa y cautivadora. Suzuki no se limita a mostrar batallas a gran escala; se sumerge en los momentos íntimos entre los hombres, los juegos de cartas, las conversaciones apacibles, incluso las pequeñas bromas, para contrastar con el horror que les espera. La utilización de la cámara es magistral, a menudo filmada desde ángulos bajos, creando una sensación de claustrofobia y vulnerabilidad que acompaña al espectador a lo largo de toda la película. El uso de la luz y la sombra, tipico del género negro, acenta la atmósfera opresiva y la amenaza constante.

Las actuaciones son, sencillamente, sobresalientes. Karl Malden, como Wardaddy, encarna una autoridad respetada y no temida, pero también con una profunda tristeza y un profundo sentido del deber. No es un héroe perfecto, sino un hombre marcado por la guerra, que lucha con sus demonios internos tanto como contra los nazis. La interpretación de Macdonald Carey, como el soldado Billy Parham, ofrece un contrapunto conmovedor a la dureza de Wardaddy. La química entre Malden y Carey es palpable, y sus interacciones, aunque a menudo tensas, revelan una conexión humana fundamental en un mundo donde la confianza es un lujo. El resto del elenco también contribuye con interpretaciones sólidas que crean una dinámica convincente.

El guion, adaptado de la novela “El carrer de los fantasmas” de Richard Hooker, no rehuye la violencia. Las escenas de combate son brutales y realistas, pero no se presentan como espectáculos de acción desenfrenados. El verdadero enfoque del guion reside en las consecuencias de la violencia y en la moralidad de los personajes. La película plantea preguntas incómodas sobre la justicia, la venganza y el significado de la supervivencia. La decisión de Wardaddy de, por ejemplo, matar a un prisionero alemán herido, aunque moralmente cuestionable, se presenta como una respuesta inevitable a las circunstancias extremas en las que se encuentra. No es una justificación, pero sí una comprensión de su perspectiva. La película evita dar respuestas fáciles y, en cambio, invita al espectador a reflexionar sobre las complejidades de la guerra y sus efectos devastadores.

En definitiva, "Corazones de acero" es una obra cinematográfica potente y conmovedora que trasciende el género bélico. Es una película que se queda grabada en la mente, no solo por su violencia implacable, sino por su profundo análisis de la condición humana. No es una experiencia fácil, pero es una experiencia fundamental para cualquier amante del cine.

Nota: 8/10

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