CornerStore (2011)

“CornerStore” no es una película que te impacta desde la primera escena, sino que se construye lentamente, con la delicadeza de una transacción en una tienda de conveniencia. La película, dirigida con notable sutileza por Tariq Nasief, se centra en la vida cotidiana de Earl Jenkins (Roger Guenveur Smith), un hombre que se aferra a la tradición y al legado familiar en un Detroit que se está transformando. Smith ofrece una actuación magistral, transmitiendo la resignación, el orgullo y la vulnerabilidad de un hombre que ha dedicado su vida a mantener viva una tienda de conveniencia, un símbolo de estabilidad en un entorno de cambios constantes. Su mirada transmite tanto la fatiga de un trabajo duro como una profunda conexión con su hijo y con la memoria de su padre.

La relación entre Earl y Gerard (Judge Greg Mathis) es el corazón de la película. Mathis, más allá de su rol como juez, aporta una autenticidad y una complejidad emocional que elevan la narrativa. La ambición de Gerard por escapar de la rutina de la tienda y perseguir su sueño de convertirse en chef es creíble y comprensible, y su conflicto con su padre, que representa la seguridad material y la tradición, es el motor principal del drama. El guion, aunque no repleto de giros argumentales espectaculares, se centra en las pequeñas decisiones y las conversaciones que definen la vida de estos personajes, creando una atmósfera rica y realista. La película evita el sentimentalismo barato, presentando sus conflictos de manera sutil pero efectiva, centrándose en la carga emocional y en las consecuencias de las decisiones tomadas.

La introducción de Thomas Hearns, el ex boxeador, como un amigo de la familia y consejero, aporta una capa de peso y dramatismo. Su presencia, aunque no prolongada, es crucial para establecer el contexto social y económico de la película y para ofrecer a Earl un punto de vista externo sobre sus opciones. Sin embargo, la película evita convertirlo en un personaje meramente ornamental, dándole momentos de reflexión y diálogo que complementan la historia principal. La fotografía, con una paleta de colores cálidos que evoca el calor del verano y el ambiente de Detroit, es también un elemento importante, logrando captar la esencia de la ciudad y la vida en sus calles.

“CornerStore” es una película sobre la resiliencia, la esperanza y la importancia de las raíces. No ofrece soluciones fáciles ni finales grandilocuentes. Se trata más bien de una observación honesta y conmovedora sobre la vida de un hombre y su familia, la lucha por mantener la dignidad en un entorno difícil y la búsqueda de un futuro mejor. Es una película que te queda en la mente mucho después de que los créditos han terminado de rodar, generando una reflexión sobre el significado de la comunidad, la familia y los sueños. Su enfoque en la realidad cotidiana y sus personajes entrañables la convierten en una experiencia cinematográfica particularmente valiosa. La película se mueve a un ritmo pausado, lo que puede ser percibido como lento por algunos espectadores, pero que contribuye a su atmósfera íntima y a la profundidad de sus personajes.

Nota: 7.5/10