Cousteau: Pasado y futuro (2021)

“Cousteau: Pasado y Futuro” no es simplemente un documental sobre la vida de Jacques Cousteau; es una radiografía de la evolución del espíritu humano, una meditación sobre la ambición, la innovación y el profundo respeto, a menudo tardío, por el planeta. La película, dirigida magistralmente por Benoît-Serge Larrière, no se limita a narrar la vida del famoso explorador; se adentra en el corazón de su transformación, desde el científico meticuloso hasta el pionero de la inmersión y, finalmente, hasta el ferviente defensor de la conservación marina. Este cambio de paradigma es el eje central que sostiene la narrativa, y Larrière lo explora con una sensibilidad considerable, evitando la glorificación maniquea y optando por una aproximación más compleja y matizada.

La película se construye en torno a su invención del Aqua Lung, no solo como un logro tecnológico, sino como un catalizador. La secuencia que documenta la prueba inicial del dispositivo es fascinante, no solo por la curiosidad científica, sino por la audacia que implica desafiar las leyes de la física y la presión del agua. La película hace un gran mérito al destacar cómo Cousteau no fue solo un inventor; fue un explorador nato que aprovechó su ingenio para abrir nuevas fronteras en el conocimiento del océano. Sin embargo, no se anda con rodeos al mostrar las consecuencias negativas de este espíritu pionero. La película presenta un relato honesto sobre la irresponsabilidad inicial de algunos exploradores, y cómo la fascinación por descubrir y explorar no siempre se equilibra con la consideración del impacto ambiental.

Las actuaciones, en el sentido tradicional del término, son limitadas, debido a que la película se basa en imágenes de archivo y entrevistas. Sin embargo, la voz de Cousteau, presente en abundantes materializaciones de sus propias grabaciones, es excepcionalmente convincente. Su pasión por el mar, su curiosidad insaciable y su preocupación por el futuro del planeta se transmiten con una autenticidad palpable. Las entrevistas a sus compañeros y familiares complementan la narrativa, ofreciendo perspectivas valiosas sobre su personalidad y su legado. Se nota una labor de investigación rigurosa y se evitan las simplificaciones, permitiendo al espectador formar una imagen completa y crítica de la figura de Cousteau.

La banda sonora, cuidadosamente seleccionada, acentúa la atmósfera de aventura y también de reflexión. Se utiliza con moderación, permitiendo que las imágenes y la voz de Cousteau sean los protagonistas. El uso de música marina y sonidos del océano refuerza la sensación de inmersión y transmite el respeto que Cousteau sentía por el mundo submarino. La película no rehuye la crudeza de la realidad: se documenta la contaminación oceánica, el impacto de la sobrepesca y la amenaza que supone el cambio climático para los ecosistemas marinos. Estos temas se abordan con seriedad y sin sentimentalismos fáciles, buscando generar una conciencia crítica en el espectador. “Cousteau: Pasado y Futuro” no es solo un tributo a un icono, sino una llamada de atención para el futuro del planeta.

Nota: 8/10