Critters 2 (1988)

“Critters 2” no es una obra maestra cinematográfica, pero tampoco es un desastre absoluto. Es, en esencia, una comedia de terror de ciencia ficción con un corazón (y una buena dosis de monstruos adorables) que logra ser entretenida, especialmente para un público familiar. La película, estrenada en 1988, se aferra a la fórmula que la franquia había establecido y, a pesar de sus evidentes limitaciones técnicas y narrativas, ofrece una experiencia nostálgica y, en algunos momentos, sorprendentemente divertida.

La dirección de Jim Henderson se centra en el caos y la energía desenfrenada que la película requiere. Hay un ritmo frenético que, aunque a veces se siente un poco apresurado, contribuye a mantener al espectador enganchado. El uso de efectos especiales, en el contexto de la época, es aceptable, y las secuencias de ataque de los Critters son, en su mayoría, efectivas para generar momentos de suspense y risa. Sin embargo, la fotografía y el diseño de producción carecen de la sofisticación que podría haber elevado la película. Se nota que la película se financió con un presupuesto limitado, lo que se refleja en la estética general.

El elenco, liderado por Clinton Barnes como el capitán "Duke" Slater y Brittany Hardie como Charlies McFadden, ofrece actuaciones sólidas. Clinton Barnes transmite un aire de héroe cansado y un sentido del humor agrio, mientras que Brittany Hardie captura la torpeza y la desesperación de su personaje. No esperen interpretaciones magistrales, pero los actores cumplen su cometido y contribuyen al ambiente general de la película. Es un grupo de actores que parecen disfrutar del proyecto y eso se nota.

El guion, escrito por Steve Box, es el punto débil más evidente de la película. Los diálogos son a menudo forzados y poco originales, y la trama es predecible y llena de clichés de género. La premisa de los huevos multicolores como un tesoro valioso es un dispositivo narrativo lamentablemente simple. Aunque la película intenta introducir elementos de ciencia ficción con el viaje espacial y los Critters que regresan, estos elementos se integran de manera torpe y no se desarrollan con la profundidad que merecerían. La verdadera gracia reside en la persistencia de los Critters, criaturas diseñadas para ser adorables y a la vez aterradoras, que siguen siendo el núcleo de la historia. Hay que reconocer la creatividad de los diseñadores en este aspecto.

En definitiva, “Critters 2” es una película que se disfruta mejor con una actitud relajada y la expectativa adecuada. No es un clásico, pero puede ser una opción divertida para una noche de cine en familia, especialmente si se aprecia el espíritu de la comedia de terror de los 80. Su atractivo reside en su capacidad para evocar nostalgia y en la persistencia de los personajes de los Critters, que, a pesar del paso de las décadas, siguen siendo irresistibles para muchos.

Nota: 6/10