
Crónicas diplomáticas (2013)
(FR) · Comedia · 1h 53m
Dónde ver Crónicas diplomáticas
La película Crónicas diplomáticas está disponible para ver online a través de la plataforma de streaming: Filmin. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.
Sinopsis
Alexandre Taillard es un hombre alto, atractivo, carismático y el Ministro de Asuntos Exteriores del país de las luces, Francia. Su política se rige por conceptos tan diplomáticos como la legitimidad, la transparencia y la eficacia, se muestra contrario a los neoconservadores estadounidenses y ataca a la codiciosa corrupción tanto rusa como china. Cuando Arthur Vlaminck termina sus estudios de la ENA consigue un empleo para trabajar en el departamento de comunicación del ministro Taillard, y se convierte en el encargado de redactar cada uno de sus discursos. El joven inexperto deberá abrirse paso entre los consejeros y el jefe de gabinete para poder hacerse un hueco en un entorno estresante, lleno ambición y donde las puñaladas traperas están a la orden del día. Arthur será testigo de cómo se manejan los hilos del mundo de la política a la vez que se hará más fuerte la amenaza de los tecnócratas.
Ficha de la película
Crónicas diplomáticas
FR
Frédéric Bourboulon, Jérôme Seydoux
Reparto principal de Crónicas diplomáticas
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Crónicas diplomáticas.
Tráiler Oficial

Críticas de la película
Opiniones reales de usuarios que han visto Crónicas diplomáticas. Consulta sus valoraciones y comentarios.
“Crónicas Diplomáticas” (Chronicles of Diplomacy) de Jacques Audiard es una película sorprendentemente sutil y profundamente inquietante, una suerte de estudio de personaje que, a pesar de su núcleo diplomático, se convierte en una radiografía de la ambición, la traición y la fragilidad del poder. La película, lejos de ofrecer un panorama grandioso de las relaciones internacionales, se concentra en el microcosmos de la oficina del Ministro de Asuntos Exteriores francés, Alexandre Taillard, y la lucha de un joven analista, Arthur Vlaminck, por insertarse en ese mundo implacable. Audiard no busca la espectacularidad, sino un ritmo deliberado y un enfoque minucioso, que crea una atmósfera de constante tensión psicológica.
La dirección de Audiard es magistral en su capacidad para mostrar la desconexión entre las palabras y la realidad. Los discursos que Vlaminck transcribía para Taillard, por ejemplo, son más importantes que sus significados. Se presenta una maquinaria burocrática que, a través de la palabra, intenta dar forma al mundo, pero se encuentra constantemente frustrada por las complejidades de la política real. La película no glorifica la diplomacia, sino que la expone como un juego de sombras, donde las intenciones reales se ocultan tras un laberinto de protocolo y retórica. La fotografía de Éric Chevarry es notable, utilizando la luz y la sombra para resaltar la dualidad de los personajes y la opacidad de sus acciones.
Las actuaciones son excepcionales. Stanislas Jaurelle encarna a Taillard con una calma glacial, una presencia imponente que transmite tanto poder como cansancio. Su mirada es impenetrable, su sonrisa rara vez genuina. Sin embargo, la verdadera estrella de la película es Pio Marache, quien interpreta a Vlaminck. Marache ofrece una actuación particularmente convincente, capturando la vulnerabilidad, la ambición y la desesperación del joven analista. Su evolución a lo largo de la película es el corazón emocional de la obra. La película evita los clichés del personaje del “nuevo chico” en la oficina, mostrando un ascenso a través de la manipulación y el encubrimiento, más que del mérito.
El guion, coescrito por Audiard y ses hermanos, es inteligente y matizado. La trama, aunque aparentemente sencilla, está llena de pequeños detalles y giros inesperados. La película aborda temas como la corrupción, la manipulación de la información y la alienación en el mundo moderno, pero lo hace con una elegancia y un realismo que evita la moralización fácil. La película se presta a una interpretación más amplia, no sólo como una crítica de la diplomacia, sino como una alegoría sobre la fragilidad de la autoridad y la dificultad de encontrar la verdad en un mundo lleno de mentiras. “Crónicas Diplomáticas” es, en definitiva, una película reflexiva y perturbadora que invita a la reflexión sobre el poder y su ejercicio, invitando al espectador a cuestionar las apariencias y a buscar su propia verdad.
Nota: 8/10
Peliculas que te pueden interesar


Taxi 5

Vendredi soir

Merci Patron !

Mi vida con James Dean

Aucun regret

El eslogan final
