Cuando Harry encontró a Sally (1989)

“Cuando Harry encontró a Sally” (When Harry Met Sally…) es una comedia romántica que, a pesar de haber envejecido un poco, sigue siendo un clásico. La película, estrenada en 1989, no busca redefinir el amor, sino explorar con agudeza y humor la compleja dinámica de la amistad entre hombres y mujeres, un tema que, sorprendentemente, aún hoy es objeto de debate y análisis. Lo que hace que esta película se destaque no es un argumento particularmente innovador, sino la manera en que se construye la relación entre sus protagonistas, Harry Burns (Billy Crystal) y Sally Albright (Meg Ryan).

La dirección de Nora Ephron es magistral. Ephron logra crear una atmósfera cálida y realista, una sensación de familiaridad que te hace sentir que estás presenciando un diálogo cotidiano entre dos personas que se conocen. El uso de la cámara es sutil y efectivo, permitiendo que el espectador se sumerja en la conversación de los personajes, capturando sus miradas, gestos y las sutiles tensiones que se respiran en el aire. No hay escenas grandilocuentes ni artificios innecesarios; la belleza de la película reside en su sencillez y autenticidad.

Las actuaciones de Billy Crystal y Meg Ryan son, sin duda, el corazón de la película. Crystal interpreta a Harry con su habitual encanto, un hombre charlatán y con cierto aire de desconfianza ante las mujeres. Su humor es inteligente y afilado, pero también revela una profunda melancolía y una necesidad de conexión. Ryan, por su parte, aporta una vitalidad y una independencia que contrasta con la timidez de Harry. Su Sally es una mujer pragmática y ambiciosa, pero con una vulnerabilidad que la hace increíblemente humana. La química entre Crystal y Ryan es palpable, y su interacción es el motor que impulsa toda la trama.

El guion, coescrito por Ephron y Woody Allen, es probablemente su mayor fortaleza. La película no se aferra a clichés románticos. En lugar de ello, presenta una visión realista y a la vez divertida de la amistad entre personas de diferente sexo. Los diálogos son ingeniosos, llenos de observaciones perspicaces sobre las relaciones humanas. La película aborda la frustración de Harry al querer ser amigo de Sally sin que ella lo quiera más, y la desilusión de Sally al descubrir que la amistad con Harry no puede superar las barreras del deseo sexual. La idea central de que "no puedes ser amigo de un hombre" es planteada con sutileza y se explora a través de situaciones cómicas y emotivas.

Sin embargo, si bien la película es inteligente y divertida, algunos aspectos pueden sentirse algo obsoletos en la actualidad. El retrato de las mujeres, aunque no abiertamente sexista, es un reflejo de la época en la que fue creada, y las expectativas sociales sobre el matrimonio y el rol de género son, evidentemente, diferentes en la actualidad. A pesar de esto, "Cuando Harry encontró a Sally" sigue siendo una película conmovedora y reflexiva que invita a la reflexión sobre la naturaleza del amor, la amistad y las complejidades de las relaciones humanas.

Nota: 8/10