Cuando te encuentre (2012)

“Cuando te encuentre” es un melodrama romántico de la escuela de Nicholas Sparks, pero no sin intentar añadir una capa de profundidad psicológica que, en última instancia, no logra aterrizar del todo. La película, dirigida por Robert James-Shelton, se basa en la novela homónima, y aunque la premisa –un veterano de Irak obsesionado con una foto de una mujer– tiene el potencial de ser conmovedora y provocadora, la ejecución se siente a veces forzada y con una banda sonora omnipresente que intenta apelar a las emociones del espectador a la fuerza.

La historia se centra en Caleb (Josh Lucas), un soldado que regresa a su pequeña ciudad de Tennessee tras un traumático período en Irak. Tras encontrar una fotografía de una joven llamada Noa (Kristin Connolly), su mundo se altera. Noa, una madre soltera que vive una vida humilde y trabajadora, se convierte para Caleb en la encarnación de la buena suerte, un faro en la oscuridad de su regresión post-bélica. La fotografía, aparentemente encontrada en un objeto del mercado de pulgas, simboliza para él una oportunidad de redención y una forma de superar sus horrores. Este encuentro inicial, y la obsesión que surge, es donde la película realmente tiene interés. Lucas transmite con honestidad la confusión, el anhelo y el dolor que atormentan a su personaje, dotándolo de una vulnerabilidad que es el núcleo de la trama.

Sin embargo, el guion, adaptado de la novela, carece de sutileza. La relación entre Caleb y Noa se desarrolla de forma abrupta y, en ocasiones, artificial. Las conversaciones que deberían ser profundas y significativas a menudo se reducen a clichés románticos. Se intenta explorar temas como el trauma de guerra, el perdón y la reconstrucción personal, pero la película se basa demasiado en la presentación de momentos “emocionales” prefabricados, en lugar de construir una conexión genuina entre los personajes. La tensión y el drama se sienten, en consecuencia, poco naturales. La interpretación de Connolly es correcta, pero su personaje, Noa, permanece, en gran medida, como un contrapunto pasivo al fervor emocional de Caleb. El ritmo también es lento, con largos silencios y miradas intensas que, al final, se vuelven tediosas.

La cinematografía, aunque cuidada en detalles, no logra compensar la falta de frescura en la historia. Hay un uso evidente de la luz natural, buscando evocar una sensación de intimidad, pero esto, combinado con la banda sonora orquestal, puede resultar empalagoso. El paisaje rural de Tennessee, sin embargo, se aprovecha con buen gusto, ofreciendo un ambiente que, en cierta medida, complementa la historia. En última instancia, “Cuando te encuentre” es un melodrama convencional que, a pesar de la actuación convincente de Josh Lucas, se queda en la superficie de las emociones humanas, sin profundizar en las complejidades de la experiencia.

Nota: 6/10