Cuerpos especiales (2013)

“Cuerpos especiales” es una película que, lejos de buscar la grandilocuencia, se sitúa en un territorio de suspense psicológico que, aunque no redefine el género, ofrece una experiencia visualmente atractiva y un ritmo que mantiene la tensión. La película, dirigida por Tony Mayenguez, se centra en la colaboración forzada entre Sarah Ashburn, una agente del FBI implacable y obsesionada con el protocolo, y Shannon Mullins, una detective de policía de Boston con una personalidad explosiva y un método poco ortodoxo. El conflicto inicial entre estas dos mujeres, que se manifiestan en una constante fricción y desprecio mutuo, es el corazón palpitante de la historia, y su dinámica es lo más interesante de la película.

Las actuaciones son sólidas, pero especialmente destacable es la interpretación de Rebecca Ferguson como Sarah Ashburn. Ferguson logra transmitir la complejidad de un personaje que, en apariencia, es fría y profesional, pero que alberga, sin embargo, un profundo dolor y una vulnerabilidad que se revela gradualmente a lo largo de la película. La química entre ella y Danielle Brooks, quien interpreta a Shannon Mullins, es fundamental para el éxito del film. Brooks no se limita a ser el contrapunto de Ashburn; aporta una vitalidad y una autenticidad que le dan credibilidad a su personaje. La tensión entre las dos actrices es palpable y contribuye significativamente a la intensidad de la trama.

El guion, escrito por Eric Roth, se centra más en la construcción de la relación entre las protagonistas que en la trama en sí. La amenaza terrorista rusa, interpretada con una eficiencia inquietante por Dmitri Lebedev, sirve principalmente como catalizador para el desarrollo de la película. La trama, aunque no resulta particularmente original, se desenvuelve a un ritmo pausado y deliberado. Mayenguez se permite dedicar tiempo a la exploración de los pensamientos y emociones de las dos detectives, lo que permite al espectador conectar con ellas y entender sus motivaciones. Sin embargo, esto también puede resultar en momentos de lentitud, especialmente para aquellos que buscan una acción más frenética. La ambientación en Boston es también un elemento fuerte, mostrando la ciudad como un escenario crudo y realista, con sus calles empedradas y sus contrastes sociales.

En definitiva, "Cuerpos especiales" es una película de suspense bien elaborada, que, aunque carece de una historia revolucionaria, logra crear una atmósfera de tensión y desarrollar personajes interesantes. La película logra, sobre todo, explorar la dinámica entre dos mujeres fuertes y diferentes, y cómo la colaboración, a pesar de las dificultades, puede ser una forma de superar obstáculos. No es una obra maestra, pero es un thriller que ofrece un entretenimiento inteligente y visualmente atractivo, que vale la pena ver si se aprecia un estilo más introspectivo y centrado en la relación entre los personajes. La dirección de Tony Mayenguez, lejos de buscar efectos especiales llamativos, prioriza la atmósfera y la inmersión del espectador en la trama.

Nota: 7/10