“Cuidado con lo que sueñas” es una película que, desde el primer momento, te atrapa con una atmósfera particular, un eco de misterio que se extiende por la ciudad madrileña como una niebla persistente. La dirección de dirección de Juan Carlos Frescolá es, sin duda, una de sus mayores fortalezas. Evita caer en clichés del melodrama, optando por un estilo visual poético y a menudo onírico, que refuerza la sensación de que la realidad y la fantasía se entremezclan constantemente. Las tomas panorámicas de la ciudad, a menudo con un ligero efecto de niebla y lluvia, no son meros adornos, sino que contribuyen a la ambientación y a la atmósfera inquietante que el filme busca generar. Frescolá, además, maneja el ritmo con maestría, alternando escenas de tensión con momentos de introspección, permitiendo que el espectador se sumerga en la historia y en los pensamientos de sus personajes.
El reparto es magnífico. Alejandro, interpretado por Hugo Silva, ofrece una interpretación sutil y conmovedora. Su mirada, a menudo llena de melancolía y anhelo, es suficiente para transmitir la complejidad de su personaje. Pero la verdadera revelación está en la actuación de Marcos Blanco como Diego. Su representación de un niño huérfano que busca a su madre es absolutamente desgarradora. Blanco logra transmitir tanto la vulnerabilidad como la determinación del niño de una manera impresionante. Candela, interpretada por María José Mau, es un personaje complejo, que evoluciona a lo largo de la trama. Su interpretación, equilibrada y natural, transmite la sofisticación y, al mismo tiempo, la soledad de una mujer que ya ha experimentado el amor y el dolor.
Sin embargo, la película no está exenta de algunos inconvenientes. El guion, aunque original en su concepto, a veces se siente un poco forzado. Algunas situaciones parecen diseñadas para generar sorpresa más que para sentirse orgánicas de la historia. La complejidad de la trama, que involucra sueños, recuerdos y un secreto ancestral, puede resultar confusa para algunos espectadores. A pesar de ello, la película logra mantener un cierto nivel de interés gracias a su atmósfera única y a sus personajes bien construidos. El elemento central, el secreto escondido en la estatua de Bolívar, es una idea ingeniosa que sirve como hilo conductor de la trama, generando suspense y llevando a una sorprendente resolución. La película explora temas como el amor, la pérdida, la memoria y la búsqueda de la identidad, ofreciendo reflexiones sobre la fragilidad de la vida y la importancia de los sueños.
En definitiva, “Cuidado con lo que sueñas” es una película recomendable para aquellos que busquen una experiencia cinematográfica diferente, que no se limita a narrar una historia, sino que invita a la reflexión y al descubrimiento. Es una película que se queda con el espectador, que le invita a soñar y a cuestionarse sobre la realidad de lo que creemos conocer.
Nota: 7/10