Dalva (2023)

“Dalva” es una propuesta cinematográfica que, si bien carece de la grandilocuencia de algunas producciones de su género, logra establecer una conexión emocional con el espectador a través de la mirada inocente y la situación peculiar de su protagonista. La película se centra en Dalva, una joven de doce años que, por razones que no se revelan hasta bien avanzado el metraje, vive de una manera que contrasta profundamente con su edad. Su vestimenta, su maquillaje y su actitud, reflejan una vida adulta que la separa radicalmente de sus compañeros. Este punto de partida, intrigante y un tanto perturbador, es la base sobre la que se construye toda la narrativa.

La dirección de la película, liderada por David Choe, es discreta pero efectiva. No busca grandes artificios visuales; en cambio, se enfoca en la construcción de atmósferas y en la caracterización de los personajes. Choe utiliza con maestría los planos cerrados para transmitir la angustia de Dalva, resaltando su soledad y confusión. La fotografía, a pesar de ser sobria en colores, consigue evocar un ambiente onírico y a veces incluso sombrío, acorde con la condición de la protagonista. Se percibe una cuidadosa planificación en la banda sonora, que complementa la tensión y la melancolía presentes en la historia.

Las actuaciones son un pilar fundamental de la película. La joven Sofía Salazar, como Dalva, ofrece una interpretación convincente y llena de matices. Logra transmitir la complejidad de sus emociones, desde la incredulidad inicial hasta la búsqueda de un lugar al que pertenecer. Su vulnerabilidad y su capacidad para expresar la confusión de una niña que se enfrenta a una realidad inesperada son palpables. Los papeles de Jayden, interpretado por Justin Baldoni, y Samia, interpretada por Nadia Sanders, también están bien desarrollados, aportando dinamismo y contrapunto a la quietud de la protagonista. La química entre los tres actores es notable, contribuyendo a la credibilidad de la relación que se establece. Se observa una profundidad en la interpretación de los personajes secundarios, que van más allá del simple soporte narrativo.

En cuanto al guion, “Dalva” plantea preguntas interesantes sobre la identidad, la soledad y la búsqueda de aceptación. La trama, aunque sencilla en su estructura, invita a la reflexión sobre las presiones sociales y la definición de la niñez. Sin embargo, la película no ofrece respuestas fáciles y, a veces, se siente un poco superficial en la exploración de los temas que aborda. El ritmo es pausado, y en ocasiones se echa en falta mayor desarrollo de algunos momentos clave. El misterio que rodea el pasado de Dalva se va desvelando gradualmente, pero la película podría haber profundizado en la motivación detrás de su situación, añadiendo una capa de complejidad a la trama. A pesar de esto, la historia presenta momentos genuinos de ternura y tristeza.

Nota: 6.5/10