Dampyr (2022)

“Dampyr” es, en su esencia, un intento de trasladar a la pantalla grande una mitología vampírica un tanto olvidada, la que subyace a la serie de cómics de Mark Sparacio. La película, dirigida por Chris Wachowski, posee un encanto visual atractivo, pero, a pesar de ello, no logra alcanzar la profundidad que merecía su material original. La estética gótica-punk que domina la película, con su paleta de colores oscuros, la arquitectura decadente de Transilvania y el diseño de vestuario, es indudablemente impresionante y contribuye considerablemente a la atmósfera general de amenaza y melancolía. Sin embargo, la ejecución de estas ideas, en algunos momentos, cae en la exageración, resultando en una presentación visual a veces bombástica, carente de sutileza.

La historia, centrada en Harlan Draka (Stuart Townsend), un estafador profesional que se ve inesperadamente arrastrado al mundo de los vampiros, inicialmente presenta un ritmo interesante. La premisa de un falso exterminador de vampiros con un oscuro secreto es intrigante, y la lenta revelación del pasado de Harlan y sus nuevas habilidades ofrece momentos de tensión genuina. No obstante, el guion, en su conjunto, carece de la complejidad y la ambigüedad que se encontrarían en la lectura del cómic. Se simplifica excesivamente la relación entre Harlan y su Amo de la Noche, y se diluyen algunos de los dilemas morales que caracterizan al personaje en el material original. El conflicto central, aunque presente, no se desarrolla con la intensidad que se espera de una confrontación entre un humano y un vampiro poderoso.

Las actuaciones son generalmente sólidas. Stuart Townsend ofrece una interpretación convincente de Harlan, transmitiendo la confusión, el miedo y la eventual aceptación de su nueva realidad con una credibilidad palpable. El actor logra capturar la vulnerabilidad del personaje, a pesar de sus habilidades recién descubiertas. El resto del reparto, incluyendo a Barbara Hershey como la misteriosa Serafina, contribuyen a la atmósfera general de la película, aunque algunos de ellos se ven relegados a roles secundarios que no les permiten demostrar todo su potencial. Hershey, en particular, aporta una presencia imponente y un aire de enigma a su papel, aunque su arco narrativo es, en última instancia, poco desarrollado.

A pesar de sus elementos visuales y algunos momentos de acción decentes, “Dampyr” se siente como una versión pulida pero superficial de su material fuente. No obstante, la película merece un reconocimiento por intentar adaptar una mitología menos explorada, y se aprecia el esfuerzo por mantener la esencia de los cómics. Sin embargo, la simplificación del guion y la falta de profundidad en algunos de los personajes limitan su atractivo general. Es una película que gustará más a los fans de la serie de cómics, que se encontrarán con algunos elementos familiares, pero que quizás decepcionará a aquellos que buscan una adaptación más ambiciosa y compleja. La dirección de Wachowski es competente, pero no logra elevar la película por encima de las deficiencias de su guion.

Nota: 6/10