Daniel el travieso: Caza dinosaurios (1987)

“Daniel el travieso: Caza dinosaurios” es una comedia familiar que, a pesar de sus evidentes influencias, logra generar una experiencia entretenida y, en ciertos momentos, sorprendentemente efectiva. La película no busca ser una epopeya paleontológica ni ofrecer análisis profundos sobre la extinción de los dinosaurios; su objetivo principal es divertir, y en ese aspecto, cumple con creces. La premisa, un niño obsesionado con los dinosaurios que, sin querer, convierte su pequeño pueblo en un hervidero de actividad mediática y científicos invasivos, es inherentemente divertida y proporciona una base sólida para situaciones cómicas y personajes caricaturescos.

La dirección de Peter Cramer es dinámica y sabe aprovechar al máximo el pequeño presupuesto de la película. Los planos son ágiles y la película mantiene un ritmo constante, evitando largos periodos de diálogo o de contemplación innecesarios. Hay un buen manejo del suspense, particularmente en las escenas donde los científicos y los operadores de parques de atracciones, liderados por el excéntrico Dr. Silas, intentan recuperar el esqueleto de "Danielsaurio". La película sabe jugar con la escala de la situación, alternando escenas de acción y comedia con momentos más íntimos y centrados en la relación entre Daniel y sus amigos. No obstante, algunas secuencias de acción podrían haber sido mejor ejecutadas con mayor precisión, pero esto no resta mérito al buen trabajo general de la dirección.

El elenco principal, liderado por Jacob Tremblay en el papel de Daniel, ofrece interpretaciones sólidas. Tremblay, que ya demostró su talento en "Room", vuelve a brillar con su carisma y energía. Su personaje es convincente: un niño inteligente y creativo, con una fuerte imaginación y un deseo genuino de proteger a su dinosaurio. El resto del reparto, incluyendo a Lucas Bryant como el mejor amigo de Daniel y Skylar Moore como la hermana del chico, añaden matices y refuerzan la dinámica del grupo. El Dr. Silas, interpretado por Stephen Tobolowsky, es un personaje memorable, un científico excéntrico y un tanto ridículo, que aporta un toque de humor absurdo a la trama. Sin embargo, el personaje del Dr. Silas podría haber tenido más desarrollo.

El guion, escrito por los hermanos Mark and Ridley Scott, es el punto fuerte y el más debatible de la película. Si bien la estructura es predecible y recurre a clichés de la comedia familiar, lo hace con una gracia y un ingenio sorprendentes. Las situaciones cómicas surgen de la interacción entre los personajes, de la exageración de las reacciones de los adultos ante la amenaza de “Danielsaurio”, y de la propia locura de la situación. El guion no teme ser tonto, y eso es precisamente lo que lo hace funcionar tan bien. A pesar de algunos diálogos un poco forzados, la película logra mantener el interés del espectador hasta el final, con un final que, aunque previsible, es satisfactorio y con un toque de optimismo. La película explora temas como la importancia de la imaginación, la curiosidad y la amistad, pero de una manera ligera y accesible.

En definitiva, "Daniel el travieso: Caza dinosaurios" es una comedia familiar que, aunque no ofrece nada de nuevo a la cartelera, es una película entretenida, divertida y con un buen corazón. Con actuaciones sólidas, una dirección dinámica y un guion ingenioso, es una opción ideal para una noche de cine en familia. Es una película que, aunque no dejará huella, es una agradable sorpresa y que seguramente deleitará a los niños y a los adultos que aprecien el humor absurdo y las situaciones cómicas.

Nota: 7/10