Dartmoor Killing (2015)

“Dartmoor Killing” es, en esencia, un thriller psicológico que abraza la atmósfera opresiva y melancólica del Dartmoor como un personaje más. La película, dirigida con una maestría que se percibe en cada fotograma, se basa en un concepto simple pero efectivo: la erosión gradual de la confianza en un círculo social aparentemente normal, transformándose en una confrontación visceral por la supervivencia. David Hayman, en un papel relativamente pequeño pero crucial, aporta una presencia imponente y una mirada que resume perfectamente la desconfianza y el miedo que impregnan la narrativa. Su actuación, sutilmente amenazante, es un punto fuerte del film.

La historia gira en torno a Becky, Susan y Chris, una tertulia que rápidamente se convierte en una red de intrigas. Rebecca Night y Gemma-Leah Devereux ofrecen interpretaciones sólidas, aunque quizás no se aventuran a explorar el máximo potencial de sus personajes. La dinámica entre Becky y Susan es, desde el principio, tensa, pero la aparición de Chris, interpretado con carisma y una inquietante calma por Callum Blue, es el catalizador que desata una cadena de eventos cada vez más perturbadores. Blue, en particular, destaca por su habilidad para transmitir una ambigüedad palpable, dejando al espectador constantemente cuestionando sus motivaciones. El guion, en general, se beneficia de este juego de sombras, manteniendo la incertidumbre hasta el final. Sin embargo, la película a veces recae en algunos clichés del género, especialmente en la utilización de “flashbacks” que, aunque necesarios para la trama, pueden ralentizar el ritmo.

La dirección de arte es excepcional, destacando la belleza desolada del Dartmoor. El paisaje, con su niebla, sus caminos serpenteantes y sus ruinas, no solo sirve como telón de fondo, sino que actúa como un reflejo del estado mental de los personajes. La iluminación juega un papel fundamental, creando una atmósfera de constante tensión y suspenso. Hay momentos en los que la película se aproxima al horror psicológico, explorando las profundidades de la manipulación y la paranoia. El ritmo, en algunas ocasiones, podría ser más ágil, pero la atmósfera densa y la constante sensación de que algo terrible está a punto de suceder compensan estas pequeñas imperfecciones. La película, a pesar del desarrollo lento, logra mantener al espectador en vilo y suscita preguntas sobre la naturaleza de la amistad y la verdad.

La película, en definitiva, es una adición interesante al género del thriller psicológico, aunque no alcanza la brillantez de algunas obras del género. La dirección y la atmósfera son fuertes, y las actuaciones son decentes, pero el guion podría haber sido más contundente. La película logra evocar un sentimiento de incomodidad persistente, que permanece en la mente del espectador mucho después de que los créditos finales han comenzado a rodar. Es una experiencia cinematográfica que, a pesar de sus defectos, vale la pena ver para aquellos que disfrutan de las historias inquietantes y llenas de suspense.

Nota: 6.5/10