“Das Schulgespenst” (El fantasma de la escuela) no es una película que pretenda revolucionar el género de la comedia juvenil, pero sí ofrece una dosis refrescante de imaginación y un espíritu despreocupado que la distingue de las producciones más comerciales del mismo género. Dirigida por Marc Rothemund, la película se centra en la energía contagiosa de Carola, interpretada magistralmente por Nicole Lichtenheldt, una joven actriz que aporta una naturalidad y un encanto irresistible a su personaje. Lichtenheldt logra transmitir la impulsividad y la alegría desbordante de Carola, una niña que vive el mundo a su manera, sin miedo a romper las reglas si le da risa. Su química con Karin Düwel, quien encarna a Willi, el amigo leal y algo más cauto, es uno de los pilares fundamentales del éxito de la película.
La premisa, el "Día de los Fantasmas Internacionales" y la decisión de intercambiar roles con el fantasma Buh, es una idea original y, sobre todo, llena de potencial cómico. La película sabe jugar con la fantasía y la realidad, construyendo situaciones absurdas y divertidas que provocan la risa tanto en los niños como en los adultos. Sin embargo, lo que realmente eleva la película es la forma en que se explora la relación entre Carola y Buh. A pesar del intercambio temporal, se establece una conexión genuina entre los dos personajes, un vínculo que se basa en la confianza, la amistad y la necesidad de ayudarse mutuamente. Rothemund evita caer en estereotipos y profundiza en la importancia de la empatía y la comprensión, temas que, aunque tratados de forma ligera, están presentes a lo largo de la trama.
La dirección de Rothemund es solida y ágil, manteniendo el ritmo de la película y centrándose en los momentos más cómicos y emotivos. La fotografía es cuidada, con colores vibrantes que evocan la energía de la infancia. La banda sonora, aunque discreta, complementa perfectamente la acción en pantalla. Sin embargo, quizás la película podría haber beneficiado de un guion con mayor desarrollo de los personajes secundarios. Si bien Willi juega un papel importante, su evolución y su propia motivación podrían haberse explorado con mayor profundidad. La trama principal se mantiene bastante lineal, y aunque es entretenida, carece de alguna complejidad narrativa adicional. La película no intenta ofrecer una reflexión profunda sobre la adolescencia o la vida escolar; su principal objetivo es simplemente entretener al espectador con una historia llena de fantasía y humor.
En definitiva, “Das Schulgespenst” es una comedia juvenil agradable y llena de encanto. Es un film que invita a la risa y a la imaginación, un escape ligero y divertido para toda la familia. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí una película que cumple su cometido con éxito. Demuestra que, a veces, la inocencia y la fantasía pueden ser más valiosas que cualquier intento de sofisticación narrativa.
Nota: 7/10