Un funeral de muerte (2007)

“Un Funeral de Muerte” es una película que, a primera vista, parece la típica obra maestra del thriller familiar. Y en parte lo es. La dirección de David Weaver es precisa y consigue mantener un ritmo constante, cultivando una atmósfera de opresión y paranoia que, sin duda, sirve para sumergir al espectador en la dinámica disfuncional de la familia Ashton. La película no busca la espectacularidad; en cambio, se centra en los detalles, en la mirada de los personajes, en las microexpresiones que revelan sus verdades ocultas. He apreciado particularmente el uso de la luz y la sombra, creando contrastes visuales que, junto con la banda sonora, enfatizan la sensación de incomodidad constante.

Sin embargo, el guion, aunque sólido, es donde la película empieza a resintir. La premisa, la aparición del extraño que revela un secreto familiar, es interesante, pero su ejecución es algo predecible. No se arriesga lo suficiente y recurre a clichés del género. Se podría haber explorado la complejidad de las relaciones familiares de forma mucho más profunda, desafiando al espectador a cuestionar las motivaciones de cada personaje. En lugar de profundizar en las emociones y conflictos internos, la película opta por la confrontación directa, lo que a veces resulta un poco artificioso.

El reparto, liderado por un convincente Ian McShane como el hombre de negocios en el lecho de muerte, entrega actuaciones sólidas. McShane irradia un aura de autoridad y melancolía, y su presencia es fundamental para establecer el tono de la película. Los hijos Ashton, interpretados por una joven Olivia Cooke y un más experimentado Ben Miles, hacen un buen trabajo al representar la fractura generacional y la competitividad que preside la familia. Cooke en particular, domina la escena con su mirada calculadora y su silenciosa disconformidad. Se percibe que las capas de dolor, resentimiento y secretos se entrelazan para formar el núcleo de cada personaje, lo que permite al espectador adentrarse en sus motivaciones.

A pesar de sus defectos, "Un Funeral de Muerte" es una película que, si bien no destaca por su originalidad, ofrece un entretenimiento decente para los amantes del thriller psicológico. La tensión se construye gradualmente y, a pesar de algunas decisiones narrativas convencionales, logra mantener la atención del espectador hasta el final. La película tiene un valor especial por lo bien que retrata la dinámica destructiva de las familias, esas relaciones complejas y, a menudo, dolorosas donde los secretos y las rencillas pueden ser tan letales como cualquier arma. Es una película que invita a la reflexión sobre los lazos familiares y las consecuencias de no enfrentarse al pasado. No es una obra maestra, pero sí una película que merece la pena ver por su atmósfera opresiva y sus actuaciones honestas.

Nota:** 6.5/10