Defendor (2009)

“Defendor” es una de esas películas que te atrapa desde el primer momento, no por su espectacularidad, sino por su singularidad. Dirigida por Peter Lord y Robert Montgomery, la cinta se presenta como una comedia de acción delirante que juega con las convenciones del género superhéroico, pero lo hace con una honestidad y un encanto que la distingue de la mayoría de sus contemporáneos. Más allá del aspecto visualmente divertido, “Defendor” es una reflexión sobre la soledad, la frustración y la necesidad de ser reconocido, todo ello envuelto en un personaje que, al principio, parece ridículo y, sin embargo, acaba con un corazón enorme.

La dirección es impecable, especialmente considerando que se trata de una película con un presupuesto modesto. Lord y Montgomery crean un mundo visualmente rico, utilizando una mezcla de animación 2D y 3D que le da una apariencia vibrante y peculiar. Los escenarios de la ciudad son detallados y llenos de vida, y las secuencias de acción, aunque obviamente estilizadas, logran ser sorprendentemente entretenidas. La banda sonora, compuesta por Harry Gregson-Williams, complementa a la perfección la atmósfera de la película, oscilando entre momentos de tensión y melodías cómicas y pegadizas.

El corazón de la película, sin embargo, reside en la interpretación de Woody Harrelson como Arthur Poppington, el protagonista, Defendor. Harrelson ofrece una actuación magistral, capturando la vulnerabilidad y la obsesión de un hombre que busca desesperadamente un propósito en la vida. Su interpretación es sutil y conmovedora, y logra que el público simpatice profundamente con su personaje. Es una actuación que va más allá de la comedia, mostrando la fragilidad de un hombre que lucha contra sus propias demonios.

La película no se toma a sí misma demasiado en serio. La comedia es constante, y las situaciones a las que se ve obligado Arthur son absurdas y a menudo ridículas. La relación entre Defendor y la prostituta, Lila (Diane Craddock), es el eje central de la trama y aporta un contrapunto emocional y cómico muy efectivo. La evolución de esta relación es genuina y contribuye a la construcción del personaje. Sin embargo, el guion, escrito por Peter Lord y Robert Montgomery, a veces sacrifica la coherencia por el puro gusto de la comedia, lo que puede resultar un poco forzado en algunos momentos. La trama, aunque entretenida, no siempre se sostiene con la solidez que se esperaría de una película de superhéroes.

En definitiva, “Defendor” es una película peculiar y refrescante, que no pretende ser un modelo de cine de superhéroes, sino más bien una comedia con un toque de acción y un mensaje sobre la importancia de la conexión humana. Es una experiencia cinematográfica que te dejará sonriendo y pensando en la condición humana. No es perfecta, pero su originalidad y su encanto la convierten en una joya inesperada.

Nota: 7/10