Pixar vuelve a demostrar su maestría narrativa con 'Del revés 2 (Inside Out 2)', una secuela que, lejos de ser una simple continuación, redefine el concepto de la adolescencia y las complejidades emocionales que la acompañan. La película se centra en Riley, ahora en la turbulenta etapa de la adolescencia, un período de cambios sísmicos que no solo afecta a su cuerpo, sino, crucialmente, a su psique. La premisa, la introducción de nuevas emociones –¡Ansiedad, envidia, vergüenza y aburrimiento!– en el Cuartel General de la cabeza, es inteligente y, sobre todo, profundamente resonante con la realidad de la pubertad.
La dirección de Pete Docter y su equipo es impecable como siempre, pero esta vez, se siente una mayor sofisticación en la forma de contar la historia. La película no solo se queda en las visualizaciones, aunque estas son, de nuevo, absolutamente deslumbrantes y llenas de detalles sorprendentes. Docter se adentra en las complejidades del crecimiento personal, explorando la inestabilidad emocional, el miedo a la incomprensión y la lucha por mantener la identidad en un momento de profunda transformación. El diseño de las nuevas emociones es notable, cada una con su propia personalidad definida y sus motivaciones claras. La animaciones son por supuesto, de una calidad excepcional, pero lo que realmente destaca es el uso del color y la iluminación para transmitir el estado emocional de los personajes. La paleta de colores se vuelve más densa, más apagada, cuando la ansiedad domina, y se vuelve más vibrante cuando las emociones más positivas toman el control. Este es un pequeño detalle, pero que comunica mucho.
Las actuaciones de los actores de voz, lideradas por Tom Holland como el adulto Riley, son particularmente destacadas. La entrega de Holland es sutil y convincente, mostrando la vulnerabilidad y la confusión de un joven que se debate entre el pasado y el futuro. El resto del reparto, incluyendo la voz de Riley, renden un trabajo impecable. Pero lo que realmente eleva la película son las interpretaciones de las propias emociones. Cada una se siente como un personaje independiente, con sus propias agendas y conflictos internos. El guion, coescrito por Meg LeFler y Michael Arndt, es la piedra angular de la película. No se centra solo en la acción, sino que profundiza en las motivaciones y los pensamientos de los personajes, permitiendo al espectador conectar emocionalmente con su viaje. La película aborda temas como la presión social, las expectativas familiares y la búsqueda de la propia identidad, temas que son universalmente relevantes y que resuenan especialmente con la audiencia adolescente.
En definitiva, ‘Del revés 2’ no es solo una película animada; es una reflexión sobre el crecimiento personal, la aceptación y la importancia de las emociones. Es una película que te hace reír, te hace pensar y, quizás, te recuerda que no estás solo en tus luchas. Pixar ha creado una obra maestra que supera las expectativas y consolida su posición como una de las mejores compañías de animación del mundo. Esta es una película que merece ser vista y disfrutada por toda la familia.
Nota: 9/10