Deliciosa Martha (2001)

“Deliciosa Martha” no es una película que te dejará con una epifanía, pero sí una que te cala hondo en su sencillez y en la belleza que encuentra en las pequeñas historias de la vida. La película de Christian Alther se presenta como un drama familiar con toques de comedia que, a pesar de su ritmo pausado, consigue crear una atmósfera cálida y conmovedora. Alther sabe, con una dirección precisa, construir una narrativa que se centra en la transformación personal de Martha, interpretada magistralmente por Sandra Hüller. La actriz se desnuda con una vulnerabilidad honesta, transmitiendo la soledad y la melancolía de una mujer que ha construido su vida en torno al trabajo y que, sin saberlo, anhela una conexión más profunda.

La película se sitúa en el contexto cultural de Hamburgo, y la ciudad se convierte en un personaje más. Los planos de las calles, los restaurantes y la vida cotidiana reflejan el carácter de la película: realista y sin adornos. Sin embargo, la dirección de Alther va más allá de la mera ambientación; utiliza la ciudad como un espejo que refleja el estado emocional de los personajes. El restaurante donde trabaja Martha es el núcleo de la película, un espacio donde se encuentran las relaciones y se toman las decisiones que marcarán el destino de la protagonista. La comida, en sí misma, adquiere un valor simbólico, representando la creación, la pasión y la necesidad de compartir.

Las actuaciones son excepcionales. Hüller no solo domina el papel de Martha, sino que además aporta una autenticidad palpable a su personaje. Su mirada, sus gestos, su voz… todo transmite la complejidad de una mujer que lucha por encontrar su lugar en el mundo. El personaje de Mario, interpretado por Federico Cesari, añade un elemento de humor y optimismo a la historia. Su relación con Martha evoluciona de manera natural y creíble, ofreciendo un contrapunto a la melancolía de la protagonista. La química entre ambos es evidente y contribuye a enriquecer la trama. Sin embargo, el guion, a pesar de ser sólido en su planteamiento, ocasionalmente cae en cliches del género familiar. Algunos momentos, aunque emotivos, podrían haber sido explorados con mayor profundidad, evitando recurrir a ciertos estereotipos. No obstante, el tratamiento del tema de la adopción y la redefinición familiar es manejado con sensibilidad.

En definitiva, “Deliciosa Martha” es una película que te invita a reflexionar sobre la importancia de las relaciones humanas, la capacidad de superar la soledad y el valor de las pequeñas cosas. No es una obra maestra, pero sí una película honesta, bien actuada y visualmente atractiva. Un relato sencillo que, paradójicamente, nos hace pensar en la complejidad del corazón humano. Es un ejemplo de cine europeo que sabe conectar con el espectador a través de la empatía y la sensibilidad.

Nota: 7.5/10