Den magiske juleæske (2016)

“Den magiske juleæske” no es, en el sentido tradicional del término, un ‘festivo’ navideño. Es una película profundamente melancólica, pero sorprendentemente reconfortante, que te aferra desde el primer minuto. La película de Thomas Vinterberg se centra en Julius, un niño de ocho años que, a pesar de su evidente soledad en un orfanato, aún posee una fe inquebrantable en la magia de la Navidad. Esta vulnerabilidad es la que lo convierte en el punto de partida para una historia que explora la pérdida de la inocencia, la crisis de identidad y la confrontación con la dura realidad. Y esa realidad, representada por el director del orfanato, interpretado magistralmente por Rasmus Bjerg, resulta ser sorprendentemente inesperada y perturbadora.

Vinterberg, conocido por su cine oscuro y a menudo inquietante, demuestra aquí una notable habilidad para equilibrar la fantasía con una poderosa reflexión sobre la infancia. El viaje de Julius a un mundo mágico, donde se encuentra con Claus Bue y Lars Hjortshøj, no es simplemente un escape; es una búsqueda de sí mismo, una necesidad de recuperar la esperanza que se le ha robado. La dirección es precisa y la atmósfera, aunque a veces sombría, es palpable. Vinterberg no recurre a clichés y, en lugar de construir un mundo mágico grandilocuente, opta por una estética más austera, casi documental, que acentúa el impacto emocional de la historia. La banda sonora, cuidadosamente seleccionada, complementa a la perfección el tono introspectivo de la película.

La actuación de Bodil Jørgensen como Julius es, sin duda, el corazón de la película. Su interpretación es sublime, capturando a la perfección la inocencia, la confusión y, finalmente, la determinación del niño. Rasmus Bjerg, en su papel de director del orfanato, ofrece una actuación igualmente convincente. No se limita a ser el antagonista; explora la complejidad de un hombre que, a pesar de su aparente benevolencia, está marcado por su propio dolor y sus propios miedos. La relación entre Julius y el director se construye de forma sutil y gradual, generando tensión dramática genuina.

El guion, adaptado de una novela de Jussi Adler-Olsen, es inteligente y conmovedor. Vinterberg y el equipo creativo han logrado transformar una historia potencialmente sombría en un relato agridulce sobre la importancia de la fe y la esperanza. La película aborda temas como el abuso de poder, la soledad y la pérdida de la infancia, pero lo hace de una manera delicada y respetuosa, evitando la sentimentalidad excesiva. La ambigüedad moral es un elemento central, dejando al espectador preguntándose sobre la verdadera naturaleza de la Navidad y el verdadero significado de la creencia. Es una película que te obliga a reflexionar sobre tus propias creencias y valores.

Nota: 8/10