Depeche Mode - Spirits In The Forest (2019)

“Spirits in the Forest” no es un simple documental de concierto, sino una meditación sobre la nostalgia, la conexión y el poder intangible de la música para trascender fronteras. Dirigido magistralmente por Anton Corbijn, quien más allá de ser un director, es un colaborador cercano y visionario de Depeche Mode, la película se construye alrededor de seis fans diversos – un matrimonio coreano, una pareja alemana, una joven estadounidense y un par de amigos japoneses – que se unen en su búsqueda por presenciar el final del Global Spirit Tour en el Waldbühne. La decisión de centrarse en sus vidas individuales, y no simplemente en la repetición del show en sí, es la clave del éxito de esta producción.

Corbijn, como suele ser su costumbre, evoca una atmósfera visualmente opresiva y melancólica. Su visión, caracterizada por la utilización de una paleta de colores apagados, ralentizaciones y perspectivas inusuales, crea una sensación de irrealidad y de estar atrapados en un sueño febril. Estos efectos visuales, aunque quizás no del gusto de todos, sirven para subrayar la intensidad emocional que sienten estos individuos ante la música de Depeche Mode, como si la banda y su sonido fueran una fuerza sobrenatural capaz de alterar la percepción de la realidad. No se trata de un documental sobre un concierto; es un documental sobre la experiencia de la música, y de cómo ésta puede evocar recuerdos, sentimientos y un sentido de pertenencia.

La banda sonora, obviamente, es un elemento fundamental, pero la película no se limita a presentar el repertorio. En lugar de un mero compendio de canciones, la música se integra orgánicamente en las narrativas de los fans. Observamos su reacción a temas icónicos como “Personal Jesus” o “Enjoy the Silence”, pero también a piezas menos conocidas, revelando sus conexiones más profundas con la banda y sus canciones. Es sorprendente la forma en que Corbijn utiliza los momentos de silencio entre canciones para profundizar en los pensamientos y emociones de los individuos. La entrevista a los fans, sutilmente intercaladas, revela cómo la música de Depeche Mode ha sido un refugio, una compañera, incluso un consuelo en momentos difíciles de sus vidas.

La edición, a pesar de la atmósfera contemplativa, mantiene un ritmo constante que engancha al espectador. La alternancia entre las imágenes del concierto y los relatos de los fans es fluida y natural, evitando cualquier sensación de desequilibrio. Sin embargo, quizás el guion podría haber profundizado más en la relación entre los fans, explorando con mayor detalle las razones detrás de su pasión compartida por Depeche Mode. No obstante, la película consigue transmitir de forma eficaz la sensación de comunidad y de un sentido compartido de la esperanza en medio de un mundo cada vez más complejo. “Spirits in the Forest” es, ante todo, un homenaje a la música y a los momentos que comparte con nosotros. Es un documento valioso para aquellos que han seguido a Depeche Mode a lo largo de su carrera, y un fascinante vistazo a la experiencia del concierto a través de las miradas de seis personas anónimas que, por un breve instante, se convierten en algo más.

Nota: 8/10