
Desayuno con Scot (2007)
(EN) · Comedia, Drama · 1h 35m

Dónde ver Desayuno con Scot
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Sinopsis
Canadá /// La secreta vida gay de un famoso ex jugador de hockey junto a su pareja se verá trastocada con la aparición de un niño muy especial. Acostumbrados a la típica vida conservadora de los suburbios de Toronto, Scot revolucionará lo que ambos daban por sentado que era lo “normal” en un mundo lleno de estereotipos y prejuicios como el que vivimos.
Ficha técnica
Breakfast with Scot
EN
Paul Brown, Howard Rosenman
Reparto principal de Desayuno con Scot
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Desayuno con Scot.
Críticas de la película
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“Desayuno con Scot” es una película que se sitúa en una zona gris muy particular del coming-of-age moderno, no buscando la grandilocuencia dramática ni la sátira desenfrenada, sino una reflexión sutil y, en ocasiones, incómoda sobre la evolución de la identidad y las expectativas sociales. La película, dirigida con un toque de realismo y una sensibilidad palpable por Paul Feig, se centra en Scot Hastie, un ex jugador de hockey estrella que, tras una vida marcada por la homofobia encubierta y el deseo de normalizar su existencia con su pareja, Peter, se ve sacudido por la inesperada llegada de Daniel, un niño que parece, de alguna manera, estar destinado a cuestionar sus vidas y a desmantelar las murallas que han construido.
La dirección de Feig se distingue por su naturalidad. No intenta sermonejar al espectador ni forzar las emociones. La película se basa en observar, en documentar las interacciones entre los personajes con una lente casi documental, lo que contribuye a generar una atmósfera de verosimilitud. Hay escenas que, a pesar de su simplicidad aparente, resultan particularmente memorables debido a la forma en que se filman y a la sutilidad con la que se transmiten los sentimientos. La cinematografía, aunque discreta, sirve para resaltar los contrastes entre la vida aparentemente perfecta de los Hastie y la realidad oculta que viven detrás de la fachada.
Las actuaciones son, en su mayoría, excepcionales. Ryan Reynolds, lejos de adoptar un papel de comediante caricaturesco, ofrece una interpretación genuinamente conmovedora de un hombre que lucha por aceptar su verdad y por adaptarse a un nuevo rol en su vida. Bill Hader, en el papel de Peter, complementa a Reynolds con una química palpable y una vulnerabilidad que evita cualquier estereotipo homosexual. Sin embargo, la verdadera joya de la película son las interpretaciones de los niños, especialmente Jacob Tremblay como Daniel. Tremblay no solo interpreta a un niño con talento, sino que logra transmitir la inocencia y la curiosidad de un niño que, sin entenderlo completamente, está comenzando a cuestionar el mundo que le rodea. Este elemento, que podría haber resultado forzado, se integra de manera natural en la trama.
El guion, escrito por Pheiffer y Reid Harrison, es el corazón de la película. No se adhiere a clichés de género ni a la comedia sexual fácil. La película explora temas complejos como la homofobia, el privilegio, la paternidad y la aceptación, pero lo hace a través de personajes realistas y situaciones creíbles. La trama principal, aunque puede parecer un poco lenta para algunos, permite un desarrollo profundo de los personajes y un análisis sutil de sus conflictos internos. Se evita la melodramatización y se permite que las emociones afloren de manera orgánica, lo que hace que la experiencia cinematográfica sea más impactante y memorable. La película, en definitiva, presenta una visión realista y a veces incómoda de la vida familiar en el siglo XXI, un mundo en constante transformación donde los límites tradicionales se están difuminando y donde la identidad personal se convierte en un proceso continuo de descubrimiento.
Nota: 7/10
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