Desde el infierno (2001)

“Desde el infierno” (From Hell) es una película que no solo se atreve a adaptar una de las historias más perturbadoras de Alan Moore, sino que también intenta captar la atmósfera opresiva y moralmente cuestionable de la Whitechapel del siglo XIX. Dirigida por Martin Scorsese (sí, Scorsese), la película se presenta como una distorsión sombría y visceral de la investigación de los asesinatos de Jack el Destripador, pero, para mi sorpresa, resulta ser un ejercicio de ambición frustrada. La película se aferra con tenacidad a la oscuridad y al horror físico, pero, lamentablemente, carece de la profundidad psicológica y el análisis social que caracterizaron la obra original.

La dirección de Scorsese, aunque potente en términos de montaje y atmósfera visual, a veces se pierde en un exceso de imágenes impactantes y secuencias de violencia gratuitas. Si bien la película logra recrear magistralmente el ambiente feísimo y desesperanzado de Whitechapel, con una fotografía desoladora y la dirección artística impecable, la dirección pierde de vista el foco de la investigación policial y la desesperación de los personajes. El uso de la cámara en movimiento, aunque efectivo para transmitir la sensación de caos y pánico, se convierte en una herramienta más para el impacto visual que para la narración.

Las actuaciones son un punto fuerte indiscutible. Helena Bonham Carter, en un papel que podría haber sido fácilmente caricaturesco, ofrece una interpretación escalofriante y aterradora de Mary Kelly. Su personaje, sumido en la miseria y la vulnerabilidad, se vuelve un espejo de la desesperación que impregna la ciudad. Aaron Eckhart, como el inspector Abberline, cumple su papel con una seriedad convincente, aunque su personaje se ve reducido a la simple figura de un hombre de ley atormentado. Jude Law, en el papel de Conan Doyle, aporta un toque de intelectualidad y escepticismo, pero su personaje, si bien interesante, no llega a desarrollarse plenamente.

El guion, adaptado a partir del cómic de Moore, se siente comprimido y simplificado. La complejidad de la trama, el simbolismo y las referencias culturales del original se reducen a una serie de asesinatos documentados y persecuciones policiales. Si bien se intuye el espíritu inquietante de Moore - un examen de la moralidad, la corrupción y la naturaleza del mal - la película se centra demasiado en el “cómo” de los asesinatos y menos en el “por qué” y el “quién”. La adaptación pierde el pulso de la crítica social implícita en la obra de Moore, dejando al descubierto una narrativa, en última instancia, demasiado superficial para abordar la temática que planteaba el cómic.

En definitiva, “Desde el infierno” es una película visualmente impactante, con actuaciones sólidas y una atmósfera opresiva. Sin embargo, la película, a pesar de sus intenciones, no logra capturar la esencia de la historia original, resultando una adaptación lamentablemente limitada.

Nota: 6/10