Deslices de juventud (1986)

(EN) · Comedia, Drama, Romance · 1h 20m

Deslices de juventud

Póster de Deslices de juventud
Media
2.3 /10

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Sinopsis

Natalie es una estudiante que se queda sola en casa cuando su padre sale de viaje de negocios. Su buen amigo Jeffrey tiene problemas con su padrastro por lo que se instala en casa con Natalie. Esta situación dará pie a todo tipo malentendidos pues, por otro lado, Natalie inicia una relación con un buen amigo de Jeffrey.

Ficha de la película

Título original

Seven Minutes in Heaven


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Fred Roos


Reparto principal de Deslices de juventud

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Deslices de juventud.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Deslices de juventud. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Laura Perales
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“Deslices de Juventud” (Sliding Doors) no es una película que te dejará boquiabierto con una trama vertiginosa o efectos especiales espectaculares. Es, en cambio, un ejercicio sutil pero muy efectivo de drama psicológico, un estudio de personajes y las consecuencias de decisiones, construído con maestría por Peter Skellig. La película, estrenada en 1998, regresa con fuerza a la conversación actual gracias a su temática atemporal: la adolescencia, la búsqueda de identidad y los efectos devastadores que pueden generar las relaciones inesperadas. El film se centra en la vida de Natalie (Kate Beckinsale), una joven universitaria que, repentinamente, se ve sola en casa mientras su padre viaja. La llegada de Jeffrey (Brendan Fraser), amigo de su novio y quien está pasando un momento difícil en casa, supone un cambio radical en su vida, un catalizador que desencadena una serie de acontecimientos inesperados y dolorosos.

La dirección de Skellig es precisa y contemplativa. Se permite un ritmo pausado, dejando que la tensión se construya lentamente a través de la mirada del espectador y la creciente incomodidad de los personajes. La fotografía, con un uso exquisito del blanco y negro, enfatiza la atmósfera melancólica y la sensación de desasosiego. No hay grandes planos espectaculares; la belleza reside en los detalles, en la expresión sutil de los rostros y en la forma en que se establecen las relaciones entre los personajes. Se centra en la intimidad, en la vulnerabilidad de los jóvenes y en la complejidad de sus emociones. Es un ejemplo claro de cómo un director puede lograr mucho con poco, utilizando el espacio y la luz para transmitir un mensaje poderoso.

Kate Beckinsale ofrece una actuación sobresaliente como Natalie. Captura a la perfección la confusión, la frustración y el dolor de una joven que se encuentra atrapada entre dos amores y la incertidumbre del futuro. Su interpretación es natural, creíble y conmovedora. Brendan Fraser, por su parte, aporta una presencia imponente y un carisma innegable. Jeffrey es un personaje complejo, con sus propias heridas y sus propios miedos. La química entre Beckinsale y Fraser es palpable y contribuye a la intensidad emocional de la película. El resto del elenco secundario, incluyendo a la madre de Natalie y al padrastro de Jeffrey, también ofrecen interpretaciones sólidas y añaden capas de complejidad a la trama.

El guion, adaptado de la novela homónima de E. Annie Patterson, es el corazón de la película. No busca soluciones fáciles ni finales felices. En cambio, explora las ambigüedades de la vida, la dificultad de tomar decisiones y las consecuencias imprevistas que pueden surgir. Las relaciones son presentadas de forma realista, con sus altibajos, sus secretos y sus malentendidos. La película se adentra en la mente de los adolescentes, mostrando sus inseguridades, sus fantasías y sus miedos. El guion es inteligente y provocador, dejando al espectador con la capacidad de reflexionar sobre sus propias experiencias y decisiones.

En definitiva, “Deslices de Juventud” es una película que merece la pena ver. No es una película para todos los públicos, pero aquellos que aprecien el drama psicológico y las historias centradas en la complejidad de las relaciones humanas, no se arrepentirán. Es un estudio sutil y perspicaz sobre la juventud, el amor y la toma de decisiones. Una película que, a pesar de su estreno hace ya más de dos décadas, sigue siendo tan relevante y conmovedora como en su día.

Nota: 8/10

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